jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 25.


Mamá me miraba atentamente, Delfina igual que ella, yo no sabía como decírselo, era tan doloroso para mi, tome aire, pero antes de hablar, mamá me interrumpió, justo lo que esperaba.

Ale: hija, mi amor, estas bien? –acariciando su cabello-
Delfi: Pau, que paso? Hoy no te encontré a la salida del colegio, porque? –ella trato de aguantar las lágrimas, pero no pudo, como iba a hacerlo? Era imposible-
Ale: mi princesa –se levanta y la abraza a Paula, esta atina a responder al abrazo, y también la abraza fuerte, era ese abrazo que mas que nunca lo necesitaba, el de su mamá, su mayor protectora-
Paula: -sollozando- Fede mamá, Fede –no volvió a aguantar el llanto, las lágrimas no iban a acabar jamás-
Ale: que paso hijita? –cada vez mas preocupada pregunto su madre, Delfina que miraba atenta y con un tanto de desespero la situación-
Paula: -trago saliva- murió –volvió a llorar, pero esta vez peor, con gritos de nuevo, era terrible su desesperación-
Ale: tranquila hijita tranquila –dijo también llorando, ella quería mucho a Federico, y Delfina apenas escucho esto, las abrazo, a Paula y a su mamá también llorando-
Paula: murió mamá, murió –dice reiteradas veces, lamentando la partida de este-
Ale: pero como Pau? Porque? no lo puedo creer hija –aún abrazándola-
Paula: estaba enfermo, hace una semana el lo sabía, y no me dijo nada –indignada y llorando-
Ale: que tenía?
Paula: un tumor en la cabeza, y yo sabía, sabía que no eran solo puntadas –lloraba y lloraba-
Ale: tranquila mi amor –acariciaba su cabello-
Paula: que voy a ser sin el mamá? Que?
Ale: tenes que seguir mi vida, vos sos fuerte, vas a salir adelante, nosotros te vamos a ayudar.
Paula: todo esto ya no tiene sentido –aún llorando-
Ale: sos muy joven hija, tenes una vida por delante, yo se que él desde arriba quiere lo mejor para vos, que seas feliz, acá, con nosotros.
Paula: pero yo quiero estar con el –la mira a su mamá, sincera y se lo dice-
Ale: -vuelve a llorar- no digas eso Pau, yo te necesito conmigo, no digas eso –la abraza-
Paula: yo lo necesito a Fede, lo necesito acá conmigo.
Ale: veni mi amor –se para al igual que Delfina, y le pasa la mano a Paula- veni date una ducha, te voy a preparar algo de comer y descansa, si?
Paula: no tengo hambre mamá, gracias.
Ale: entonces date una ducha y dormi.
Paula: esta bien, ojala no despierte nunca mas –dice triste-
Delfi: Ey Pau, que decis? No digas eso, hay gente que te quiere nena, yo que haría sin vos, eh? –la abraza-
Paula: te quiero hermanita –la abraza igual-
Ale: bueno, Delfi anda a ayudarla que yo le preparo algo para comer.
Paula: mamá dije que no quiero.
Ale: lo voy a hacer por las dudas.
Paula: como quieras.

Delfi me ayudo a subir, no es que no podía, si no que ella quería ayudarme, y yo no me negué a su ayuda, llegamos hasta mi habitación, y fue otro golpe bajo, lleno de regalos y fotos con Federico ¡Dios, llevame con él por favor! Dije dentro mío, mi hermana se fue, yo me fui a la ducha, llora, llorar, llorar, y slo eso, que mas podía hacer? Ojala pudiera devolver el tiempo atrás, solo habían pasado horas de su perdida, y yo ya no podía seguir, que serían los días, meses, años sin él? Como podría? Como pudieron quitármelo así? Porque se lo llevaron tan temprano?
Las lagrimas caían a la par que las gotas de la ducha, me quedaría toda la vida ahí, pero escuche que tocaron la puerta y tuve que salir, me envolví con una toalla, y dije.

Paula: quien es?
Xx: yo mi amor, mamá.
Paula: -abrí la puerta de mi habitación- pasa.
Ale: estas mejor hija?
Paula: para que mentirte mamá, estoy echa pedazos.
Ale: mi amor –la abraza- vas a poder sobrellevarlo con el tiempo hermosa, superarlo jamás, pero vas a poder sobrellevarlo, yo lo se, sos fuerte.
Paula: ojala mamá –también la abrazo-


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