Capítulo 21.

Una semana después….

Me estaba levantando como todos los días para ir al colegio, la primera semana de clases paso rápido, Fede me había dicho que fue al médico y que no tenía nada, raro, porque seguía con aquellas puntadas, y ayer no fue al colegio, con los chicos todo bien, como siempre, y con Pedro igual, cada vez mas buena onda, cada vez nos tomaba mas confianza, hasta hacia chistes.

Hoy martes, me bañe, me cambie y baje hasta la cocina, allí se encontraba mi familia desayunando, saludo a todos, desayune y luego papá como siempre nos llevó al colegio, esta vez un poco más temprano, ya que debía cumplir con deberes del trabajo.

Llegue al colegio, no estaba casi nadie, claro, era bastante temprano, había tres compañeros en mi curso, deje mi mochila en el asiento y me fui a sentar afuera en uno de los bancos, puse un poco de música y me quede ahí.

Minutos después escucho el sonido de mi celular pero recibiendo una llama, decía *llamada entrante de número desconocido* atendí, pues podía ser urgente.

Paula: hola?

Xx: Paula –escucho una voz familiar, y un tanto quebrada-

Paula: si, soy yo, quien es?

Xx: Liz, la hermana de Fede.

Paula: Liz, decime, que paso? Fede? Como esta?

Liz: -rompiendo el llanto- mal, esta muy mal Pau –apenas terminé de escuchar esa frase sentí que mi pulso se fue acelerando-

Paula: -aguantando el llanto- que? Porque? donde esta?

Liz: si, esta mal, nos enteramos que tiene un tumor en la cabeza, se esta muriendo Pau –me dijo llorando aún mas fuerte, entrando al punto de la desesperación, al oír esas últimas palabras el mundo se me vino abajo, rompí el llanto-

Paula: -sollozando- no por favor, decime que es mentira, no puede ser cierto -haciendo una pausa ya que lasa lagrimas no le permitían hablar- donde esta? Pasame la dirección porfavor Liz –llorando aún mas fuerte-

Liz: la dirección es xxxx, venite en cuanto antes Pau.

Paula: como sea me tendrán en 20 minutos allí, adiós.

Colgue y aún no lo podía creer, mi novio, mi Fede, al borde de la muerte? No, no puede ser cierto, esto no puede estar ocurriendo, sin el no viviría, no podría, no querría, no me lo permitiría.

Llorando desconsoladamente en aquel banco, con la cabeza agacha, pensando en como llegar a aquel hospital, siento que alguien me toca el hombro, me limpio las lagrimas, doy vuelta y veo a Pedro. Sentí un impulso y lo abrase, necesitaba un abrazo, lo necesitaba, me separe, lo mira y el me limpio las lagrimas que aún seguían recorriendo mis mejillas.

Pedro: eu, Pau, que pasa? –me abrazo- tranquila –yo nuevamente rompí el llanto-

Paula: -sollozando- Fede –pausa y retoma aire para seguir hablando- esta muy mal, esta por…. –rompe nuevamente el llanto-

Pedro: shh, tranquila, va estar todo bien, donde esta? Queres que te lleve?

Paula: porfavor.

Pedro: veni –se para y le pasa la mano- vamos?

Paula:  -tomo su mano y se paro- vamos.

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