jueves, 31 de enero de 2013

Capítulo 42.


Volvimos, Flor nos miraba con cara de odio, y nosotros reímos.

Flor: me dejaron sola malas personas –dije graciosa-
Paula: escuchaste la música que sonó? Es mi preferida Flora, tene compasión –dije también graciosa-
Pedro: fue solo un ratito Flor.
Flor: bueno, ponele –reímos-
Paula: y vos no echaste el ojo?
Flor: na, hoy no –dijo graciosa-
Pedro: apa va con día eso?
Flor: obvio, cuando tenga ganas –río-
Paula: sos tremenda Flor.

En eso vemos que se acercan Zaira y Hernan.

Flor: se cansaron tortolitos –dijo graciosa y Zaira la fusilo con la mirada-
Zaira: el flojito si, yo no –reímos-
Hernan: ah bue, encima que te hice el favor –dijo haciéndose el enojado-
Zaira: gracias Nan –río-
Paula: veni sentate un rato cachorra –dijiste y ella se sentó a tu lado-
Zaira: Nan para completar este día, me traes un trago?
Hernan: Hernan mulo ahora? –dijo gracioso- solo porque yo quiero uno también y aún no me sente –dijo y se fue-
Paula: -en el oído de mi amiga- esta loco por vos –ella rió-
Zaira: callate.
Flor: que cuchichean ustedes?
Paula: lo que todos sabemos nomas –y Zaira me dio un codazo-
Flor: ya comprendo –rió-


Seguimos  charlando con las chicas hasta que llego Nan con los tragos, estuvimos un rato ahí entre todos, hasta que sonó una música que a Zai, Flor y yo nos encantaba, salimos disparadas las tres a la pista, y comenzamos a bailar como locas.

Y así pasamos un rato largo las tres juntas, a Zaira le pasaron un trago y ella nos paso a nosotras un poco fuerte, por eso yo tome muy poco, se sumaron a nosotras Nan y Pedro,  y estuvimos ahí durante toda la madrugada.

Era como las 05 de la madrugada y nosotros ya a punto de ir, Hernan estaba un poco borracho y en ese estado no íbamos a dejar que maneje, Matías también lo estaba y Pedro que vino en su moto, entonces Hernan pidió ayuda a su primo y este le consiguió a alguien que maneje el auto, como íbamos a estar muy incómodos en el auto, Pedro propuso de que no fuera con él, y todos decidimos de que fuera yo, acepte sin problema, y luego de despedirnos de los chicos subimos a la moto, pasaron varios minutos y nos encontrábamos llegando a mi casa.

Paula: bueno, gracias por traerme Pepe, nos vemos –dije bajándome del auto-
Pedro: chau Pau –sonreí y bese su mejilla, me fui y el arranco la moto-



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