viernes, 4 de enero de 2013

Capítulo 31.


Pedro no entendió mucho mi repentina idea de ir a casa, lo note en su rostro, pero necesitaba ir, eso que sentí no es cualquier cosa, no para mi, nos levantamos, fuimos hasta donde estaba la moto de Pedro, nos pusimos los cascos y emprendimos viaje a mi casa, y otra vez mas sentí esa cosa extraña al abrazarlo para sujetarme, y lo abrazaba fuerte ya que un poco de temor tengo a la moto.

Luego de un rato, un poco largo, llegamos el paro, se quito su casco, yo baje le dije gracias, le di un beso en la mejilla y entre a casa, no le di tiempo ni de hablar, la cabeza me da vueltas, necesitaba un buen baño y con agua fría para calmar mis ideas, o lo que fueran.
Entre  y no encontré a nadie a la vista así que subí directo a mi habitación  para darme esa ducha que tanto necesitaba, varios minutos pasaron, que fueron los suficientes, entonces salí ya cambiada, y me tire a la cama, y comencé a pensar, eso que hace tanto no hacía, pensar, porque si lo hacía me ponía mal, y hasta me agarraba algo en el pecho que no me dejaba respirar tranquila, pensé en Fede nuevamente, pero esta vez no fue solo en el si no también en Pedro, y pensándolo pude darme cuenta de todas sus palabras, y que no eran simples palabras de amigos, yo lo quiero y mucho, y eso me preocupa de cierta forma de que con el tiempo llegue a enamorarme, y me vuelva a suceder lo mismo que con Fede, yo no lo soportaría, no soportaría otra perdida, primero por eso y segundo porque no quiero lastimarlo, no se lo merece y yo no sé qué hacer con mi vida, estoy confundida, o mejor dicho ida, en una burbuja, yo sola, no sé si voy a poder volver a ser la de antes,  y lo que menos quiero es lastimar a alguien, es cierto, yo siempre soñé con el vestido blanco, y los nenes, pero hoy en día ese futuro se me hace difícil de ver, ya no me quedan fuerzas, o por lo menos eso creo.
A la par que pensaba, caían lágrimas sobre mi rostro, porque todo debe ser tan difícil, me lo preguntaba una y otra vez, o porque yo tengo que ser tan difícil, ¿por qué no puedo quedarme con lo bueno de Fede y vivir mi vida?, ¿por qué no puedo pensar en ese futuro que tanto soñé y se me derrumbo con su pérdida?, ¿por qué simplemente no puedo vivir el hoy, y no quedarme con el ayer?, que tan triste por cierto, ¿por qué, por qué, por qué?, todo era un ¿por qué? para mi, para mi vida, y sin dudas quería cambiarlo, pero no sabía cómo, no podía sola, sin dudas.

Decidí cerrar mis ojos después de un rato largo de tanto pensar, y quedarme dormida hasta no se cuándo.

…..

Un mes había pasado, un mes de que mi vida cambio por completo, ese vacío que mi mamá había dejado en mi corazón, con estar al lado de Pau fue cerrándose, y aunque solo seamos amigos, ayudarla a ella me hace bien, hacer lo que fuese para verla sonreír me  hace bien, y que ella me diga que confía en mi me hace bien, ella no sabe mis verdaderos sentimientos, y creo que nunca los sabrá, porque  creo no poder decírselo nunca, ella sigue atada a Fede, y lo entiendo, debió ser un gran amor, y contra eso no puedo, yo soy feliz igual siendo amigo, cuidándola, así igual soy feliz, gracias a ella volví a tocar, algo que tanto me gustaba y también a mi mama, sin duda ella a mi también me ayudaba, y sin saber que lo hacía.

Como varias veces hoy fui a buscarla al patín, ya de tarde, y cuando salió la invite a tomar un helado, la notaba un poco rara, pero no di importancia, mientras tomábamos los helados le hacía preguntas y ella miraba a un punto fijo, al parecer estaba pensando, le toque los hombros, para traerla de nuevo y ahí note que algo sucedía, me comento que era un mes de que Fede había muerto, y ahí comprendí todo, trate de nuevamente darle las fuerzas y cariño que ella necesitaba, y así fue, la lleve hasta el cementerio para que lo pueda ver, la deje un rato sola hasta que vi que se estaba poniendo peor, trate de tranquilizarla y luego la abrace, y después de un pequeño rato ella se separo, y me dijo que quería volver a la casa, la notaba rara y distante luego de ese abrazo, no se si algo malo hice, o no, pero sabía que el problema era conmigo, llegamos a su casa, pare la moto y ella bajo, pronuncio un gracias, rápido beso una de mis mejillas y se fue sin dejar que yo respondiera nada, y ahí me di cuenta que algo ocurría.

Llegue a casa, luego de un corto viaje, salude a mi papá que se encontraba en la sala viendo algo, no se que, y subí a mi habitación, tratando de comprender que había hecho para que Paula reaccione así, quede dormido, ganas de comer ni otra cosa no tenía.



**

3 comentarios:

  1. me gusta mucho la nove no dejo comentarios pero siempre la leo!! muy linda la historia!! :)

    ResponderEliminar
  2. meee encanta la nove y la forma en la que escribis :) felicitaciones!!

    ResponderEliminar
  3. me gusta las q no piden comentarios, van a llegar solos! :) besos

    ResponderEliminar