lunes, 10 de diciembre de 2012

Capítulo 29.


Era como las 19pm y yo levantándome de aquella larga siesta que había hecho, me levante, me duche, luego de salir ya cambiada, baje hasta la cocina por un café, no tenía mucha hambre, pero se que debo alimentarme.
Ahí encontré a mi mamá tomando un café, también, la salude, fui a prepararme el mío, me senté junto a ella y creí que era el momento justo para comentarle lo que Pedro me había dicho.
Ale: y, como estas hija?
Paula: no te voy a mentir ma, solo te voy a decir que un poco mas tranquila.
Ale: te entiendo mi amor.
Paula: ma, estuve hablando con Pedro y me dijo algo que me dejo pensando.
Ale: a ver, qué?
Paula: bah, en realidad  me dio una propuesta.
Ale: dale, decime.
Paula: me dijo de estudiar algo para distraerme.
Ale: me parece una buena idea, y ya pensaste en qué?
Paula: si, en patin.
Ale: enserio hija? Me gusta la idea.
Paula: si mami, tengo que ocupar mi tiempo, si no siempre voy a llorar, y tampoco quiero vivir así.
Ale: -emocionada- sos tan fuerte chiquita –se para y la abraza- me encanta que pienses así ahora, tenes que vivir tu vida, empezar de nuevo, y recordando, si, pero con una sonrisa.
Paula: eso voy a tratar de hacer ma, es lo mejor.
Ale: te quiero –la abraza-
Paula: yo mucho mas.
Ale: me acompañas al super? Si queres eh.
Paula: dale ma, vamos, me pongo una ropa mas decente y bajo, dale?
Ale: dale, yo voy a hacer lo mismo.
Fui a mi habitación me cambie de ropa y volví al living, espere un rato a mamá y fuimos al super, estuvimos haciendo las compras un buen rato, de paso compramos pizzas y volvimos a casa, cenamos en familia, y luego de un rato me fui a mi habitación a ver una película, a la mitad me quede dormida.

Jueves, día nuevo, me encontraba desperezándome, agarro el reloj y marcaba las 10am me levanto me higienizo y bajo hasta la cocina, mi mamá se encontraba allí, mirando revistas.
Paula: buen día mami.
Ale: hola mi amor, como amaneciste?
Paula: un poquito mejor.
Ale: me alegro chiquita, vamos, arriba que se puede.
Paula eso espero, voy a tratar de seguir, ayer antes de dormir lo pensé y el no estaría feliz de verme así.
Ale: es mismo hija, yo estoy segura que el te quiere ver sonreír, ser feliz.
Paula: voy a tratar, solo tratar de hacerlo, y de recordarlo siempre con una sonrisa –dije y comencé a lagrimear- pero ves, es tan difícil –dije casi resignada nuevamente, quería ser fuerte, salir a delante, pero se me hacía imposible, pensar que solo pasaron dos días, dios-
Ale: es normal mi amor, va costar pero lo vas a lograr, vas a lograr recordarlo con una sonrisa, vas a lograr ser feliz, y hasta vas a lograr volver a amar –y apenas dijo eso yo negué con la mirada y la interrumpí-
Paula: eso nunca mamá, nunca.
Ale: que decís hija? No mi amor, eso no digas, vos mereces ser feliz, yo te conozco Paula, vos sos una de esas chicas que sueña con el vestido de novia, la casa grande y los hijos jugando en ella, no podes negarlo –y se me caían las lágrimas, tenía tanta razón-
Paula: si mami, pero no lo voy a traicionar, voy a ser su amor siempre.
Ale: hija, tenes que entender que ya no esta, que mereces ser feliz, el arriba te sigue amando, y por eso es que quiere que seas feliz, estoy segura que quiere que vuelvas a amar, como lo amaste a él o mas, por que amar hija a veces sana, el amor puede ser tu salvación.
Paula: mira si me llego a enamorar, y mira si lo vuelvo a perder –negué con la cabeza- no mamá, no soportaría otro amor arriba, no lo soportaría.
Ale: uno nunca debe pensar en lo que puede llegar a pasar, solo debe vivir el presente, minuto a minuto, siendo feliz, siendo triste, como sea, pero vivirlo.
Paula: sos tan sabia mamá –la abrazo, me sentía tan contenida por ella, por mi familia y por mis amigos-
Ale: por algo soy mamá, no?
Paula: si, y sos la mejor.
Ale: te amo hija.
Paula: yo mas mami –la abrazo-


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