lunes, 3 de diciembre de 2012

Capítulo 28.


11:30 según mi despertador, lo había puesto a esa hora para que sonara, me levante, refregué mis ojos y fui hasta las ventanas, las abrí, y el día estaba gris, frio, triste, como me sentía yo, y era inevitable no sentirme así, hoy me despediría para siempre del cuerpo de Fede, no de su corazón, porque estará conmigo siempre, hoy lo enterraban, que triste decir eso, que doloroso, cerré de nuevo las ventanas, y decidí despertar a mis amigas, no de mala, si no que ellas la noche anterior me habían pedido que así lo haga, rápidamente se despertaron, nos higienizamos, cada una en su turno, nos cambiamos y bajamos a desayunar, y ahí se encontraba solo mamá, como era de esperarse, era miércoles, día de trabajo para papá, y colegio para mis hermanos, bueno, Gon la facultad, en mi curso hoy no teníamos clases, ni en todo lo que restaba de la semana, estábamos de luto, por la pérdida de Fede.

Terminamos de desayunar y fuimos a vestirnos para ir al cementerio, era un poco lejos, por eso teníamos que salir temprano, nos cambiamos y ya “listas” salimos en el auto de mamá, papá iba a buscar a Gonza y Delfi y de ahí iban al cementerio, yo mirando el cielo, mi mente en nublo, no podía, no quería asimilar aún que estaba yendo al entierro de mi novio.

15:30 nos encontrábamos escuchando la bendición del padre en el cementerio, luego de la misa en la iglesia, mis lágrimas ante cada palabra aumentaban más, y ese dolor constante en el pecho, dolor se llamaba, mi mamá me abrazaba, lloraba conmigo, ella lo quería mucho.
Llego la hora de decirle adiós para siempre, fui hasta el ataúd lo toque, mis lagrimas comenzaron aun más fuertes, deje una rosa encima, y tire un beso, “por siempre en mi corazón” dije llorando y fui a abrazar fuerte a mi mamá.
Ver como poco a poco el ataúd iba desapareciendo, me destrozaba, no podía seguir ahí, me solté de mi mamá, necesitaba estar sola, le dije que ya volvía, me miro y dejo que me vaya.
Caminando sin rumbo alguno, veo un banco y me siento en él, bajo la cabeza y comienzo a llorar, porque tenía que ser todo tan difícil, me repetía una y otra vez,  tenía esas ganas terribles de gritar, de gritar de dolor, odio, bronca, contra que, no se, contra la vida, porque mierda tuvieron que llevárselo, porque.
Sentí unas manos cálidas posarse en mi hombro, creí que era mamá quien venía a buscarme, me limpie las lágrimas por debajo y decidí mirar, era Pedro mirándome, esa mirada que me daba fuerza, no se porque, se sentó y me abrazó y en ese momento lo agradecí, nos quedamos ahí un minuto, hasta que se separo, me miro, y limpio mis lágrimas.

Pedro: de a poco las cosas se van a ir acomodando Pau –dijo y lo mire, sus palabras me dan fuerza, será porque el paso casi por lo mismo que, y ciento que por eso me entiende mejor-
Paula: ojala Pedro, todo esto es muy difícil.
Pedro: no lo dudo, vos sos aún más fuerte de lo que fui yo, por lo menos seguís acá, no escapaste como yo.
Paula: no puedo irme, no puedo hacer nada, mi mente está en blanco, todavía no lo puedo asimilar, no quiero.
Pedro: trata de ser feliz Pau, es lo único que queda, y se que no lo vas a hacer ahora, a mi me tomo tres meses darme cuenta que llorando día y noche, y odiando mi vida no ganaba nada, solo destruirla aún mas, y desde hace como dos semanas decidí ser feliz a pesar de todo, tratar de sonreír siempre, de recordar a mi mamá siempre con una sonrisa, no recordarla y llorar de impotencia, de dolor, porque se que eso es algo que ella nunca me lo hubiese permitido viva.
Paula: es que –suspira- no se cómo hacerlo, como volver a ser feliz después de esto.
Pedro: refugiándote en tus seres queridos, tus amigas, disfrutando de cada minuto, no estudias nada aparte del colegio?
Paula: no –dice bajando la mirada-
Pedro: y algo que siempre quisiste estudiar?
Paula: patín –lo mira- siempre quise.
Pedro: ves, eso tenes que hacer, pedirle a tus viejos que te anoten en una de esas academias donde se enseñan, y abocarte a eso, a que eso te ayude a expresar todos tus sentimientos, sean buenos o malos.
Paula: eso haré, gracias por las palabras Pedro, sos un gran amigo –lo abraza-
Pedro: tu mamá no te estará buscando?
Paula: si –se limpia las lágrimas- para dónde vas?
Pedro: regreso hacia ya, porque esta la moto estacionada por ahí.
Paula: vamos?
Pedro: vamos.

Llegan hasta donde estaban todos, les dan los pésame a Pau, y esta se retira luego de una larga despedida con la familia de Fede, dejan a Zaira y Flor en sus casas, y se dirigen a la suya, su mamá, ella y Delfina, ya que prefirió venir con ellas que con su papá y Gonzalo, Paula baja, abraza a su mamá, a su hermana y seguido a su papá que justo había llegado, luego a Gonzalo, se despide de ellos, diciéndoles que iba a dormir, sube a su habitación, se ducha, sale, se cambia y se dispone solo a dormir.



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2 comentarios:

  1. Me encanta :D Hace unas dos horas empecé a leer y ya voy terminando los capítulos que escribiste genia! Escribís re lindo, mi twitter es @LuciaPauliter si podes pasarme los caps cuando escriba me encantaría! Besos genia, creo que en tw ya te estoy siguiendo :)

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