domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 49.


Fuimos con Zai a esperar el colectivo, que por suerte apenas llegamos vino, nos subimos y en poco tiempo ya estábamos caminando para nuestras casas, ya que el mismo nos dejaba a cuadras de ellas.

Zaira: y Pocha, que era eso que te tenía que decir Pepe? –pregunto Zai, mientras caminábamos-
Paula: eso, no me dijo nada, hoy mientras esperábamos al profesor se quedo mirándome, en realidad lo viene haciendo hace días, y bueno le pregunte porque lo hacía y no me quiso decir.
Zaira: ay Pochita es más obvio –dijo ella riendo y yo la mire extraña-
Paula: qué? –Pregunte ingenua-
Zaira: no jodas Paula –dijo y volví a mirarla de la misma manera que segundos atrás- es solo así contigo –remarco la última palabra, y ya estaba entendiendo a donde quería llegar- dale Pau, todos nos damos cuenta, y … -hizo una pausa- aun que lo quieras negar, algo pasa, pero entre los dos eh –abrí la boca para interrumpirla, pero ella siguió- me vas a decir que son solo amigos, pero no, analiza todo,  y te vas a dar cuenta que no es así.
Paula: Zaira –me queje, ella miro obvia y yo bufe- puede ser –dije reflexionando- pero –dije y ella me interrumpió-
Zaira: no, cosas del pasado no Pochi –me conocía, y bastante-
Paula: ya sabes lo que pienso Zai –dije abatida-
Zaira: y vos sabes también lo que pienso yo y todos –y paramos ya que era la esquina en que ella debía girar y yo seguir- Pochi la vida continúa –dijo ella y no pude evitar derramar una lágrima- pensalo, con Pepe siempre estas contenta, y cuando no lo estas, el viene y te quita mil sonrisas –tenía razón- no digo nada con eso eh, solo que no te encierres, que no maquines en contra, que no te alejes de él por lo que yo te estoy haciendo ver por miedo –yo suspire- te conozco cabecita, y esto es un previo aviso –dijo graciosa y yo reí-
Paula: ay amiga –dije y la abrace- gracias –aún abrazada a ella-
Zaira: siempre Pochi, siempre.
Paula: bueno, te hablo, dale? –pregunte y ella asintió-
Zaira: no te enrosques eh, acordate –dijo ella y esta vez asentí yo-

Nos despedimos y camine hacia casa, pensando en cada momento con Pedro, pero desde otro punto de vista, como Zaira me había pedido que lo hiciera, y si, no puedo engañar a nadie, más de un momento de lugar (de amigos) hubo. Suspire mil veces, lejos de él no quería estar, eso lo tenía claro, lo demás no.


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