Sentada afuera en el banco, esperándolo, mi cabeza iba a
mil, no estaba segura de que escucharía en minutos, y plantear hipótesis en este momento no era lo
indicado. El tan solo imaginar que me diría algo con respecto a lo que hablamos
con Zai me producía escalofrío, no sabía cómo podía llegar a reaccionar, que
podía llegar a pasar, y estaba haciendo justamente aquello que mi amiga me
pidió que no hiciera, maquinando, y quizás demasiado.
Estaba con la cabeza agacha, mirando las grietas del piso, y
a lo lejos escuche el ruido de una moto que parecía aproximarse, rogaba porque
no sea él, en vano, ya que el motor paro en frente mío, ya era momento de que
levante la vista, y así lo hice, tome fuerzas para pararme e ir junto a él y
hacer como si nada, como si fuese un día más (aun que comenzaba a dudar de que
así fuese.)
Paula: Pepe –dije saludándolo-
Pedro: Pau, vamos? –dijo y yo asentí para luego subir a la
moto-
***
Paula: y como van las clases de guitarra? –Pregunte mientras
nos sentábamos en el mismo lugar de siempre, en aquel parque-
Pedro: cada vez mejoro un poco –dijo contento-
Paula: mejor, así ya no vas a tener excusas para cantar y
ejecutar algo en mi presencia –dije graciosa-
Pedro: falta mucho para eso Pocha –y yo lo mire mal- bueno
falta poco –y asentí en forma de aprobación, el rió-
Paula: mucha charla, mucha charla, pero no me olvido de lo
que me tenías que decir eh –lo mire amenazante y el rió-
Pedro: y las clases de patín, como van? –dijo restándole importancia
a mi comentario anterior-
Paula: súper, sigamos –dije y el suspiro- dale Pepe.
Pedro: es que –y volvió a suspirar, me comenzaba a poner
nerviosa- no quiero, no quiero arruinar nada –y ese fue el momento en que comencé
a creer las suposiciones de Zaira-
Paula: nadie dijo que sería así –y en verdad no estaba
segura de lo que decía-
Pedro: no es tan fácil –dijo bajando la mirada-
Paula: pero –dije sin saber muy bien como seguir-
Pedro: -interrumpiéndome- tiene que ver con vos –me miro-
conmigo –volvió a bajar la mirada, y mi corazón se aceleraba- quise evitarlo,
te juro –dijo aún con la cabeza hacia el piso- pero fue y es más fuerte que
yo -me miro, y yo hice lo mismo- me
enamore –dijo aún sin quitar sus ojos de los míos- me enamore de vos –siguió y
pude sentir que mi corazón estaba a punto de salir, helada, sin reacción, el
igual, solo mirándonos, no sabía que decir, como actuar, estaba confundida,
nerviosa, y de mil maneras más- perdón –dijo él ya que yo no lograba decir
siquiera una palabra, y nada importo en ese momento, lo abrace, y el hizo lo
mismo, estuvimos así por varios segundos, tal vez minutos, no quería separarme, mirarlo a los ojos y tener
que afrontarlo-
Paula: no se qué decir –dije aún abrazada a él-
Pedro: no digas nada –dijo y lo abrace más fuerte, para
luego tomar fuerzas y separarme un poco, me miro, pude notar sus ojos tristes,
cristalizados, igual que los míos, me acaricio la mejilla, y limpió aquella
primera lágrima que se había desprendido de mis ojos, sin ningún tipo de
explicación lógica nuestros labios estaban rozándose, miles de emociones
jugando en mi cabeza, en mi corazón mil más las que se multiplicaron al sentir
sus labios uniéndose con los míos, y esa rara sensación en el estomago, que
parecían mil mariposas jugando en él, y ese beso tan lindo, e interminable,
beso que me hizo dar cuenta que no era un amigo más, pero que también me lleno
de miedos, no quería perderlo, entonces me separe.
Pedro: perdón –dijo él y yo lo mire, no sabía qué hacer,
estaba a punto de levantarme y salir corriendo, de escapar, nuevamente-
Paula: no soportaría perderte –dije y el entendió, solo me
abrazo, justo lo que necesitaba-
Pedro: -separándose y mirándome a los ojos- no quiero que te
alejes, que me alejes, por favor –dijo él y yo derrame cortas lágrimas- si queres hacemos como si
esto jamás ocurrió –dijo él y yo negué, solo lo mire, y comencé a pensar,
nuevamente, en el beso, ese beso que me dio, que nos dimos hace segundos, beso
que me devolvió parte de esas hermosas sensaciones que uno siente cuando está
enamorado, ¿enamorada, de él? Me puse a pensar de que manera lo quería, como
era con él, y cuando estaba con él, y me daba cuenta que estos últimos días, o
semanas quizás ya no era un amigo más, mis sentimientos para con él ya no eran
como el de un amiga, y eso me aterraba, el volver a enamorarme, nunca creí que
volvería a pasar, y menos así tan de repente, pero con él, con Pedro era
distinto, el desde que lo conocí estuvo ahí, y yo nunca lo vi, no lo quise ver,
ahora con lo que me dijo y ese me hizo dar cuenta de aquellas cosas, y es por
eso mismo miedos, el de volver a perder un amor, volver a sentirme muerta en
vida, no soportaría, y menos si es Pedro de quien se trata.
Paula: no quiero –dije levantando la mirada luego de varios
minutos en silencio- no quiero perderte –dije volviendo a derramar algunas
lágrimas-
Pedro: te entiendo Pau, y mucho, lo sabes –dijo y yo asentí-
pero si te alejas, me perdes también –y tenía razón, y eso era lo que menos
quería- déjame ser solo tu amigo, juro que jamás se va volver a repetir lo de
recién –dijo y se lo notaba abatido, pero yo ¿en realidad quería que fuese así?
¿Qué ese beso no se repita jamás?-
Paula: yo –hice una pausa para pensar mejor en lo que iba a
decir- te quiero pepe, y no puedo negar que con ese beso sentí miles de
emociones que hace bastante no las sentía, y es por eso que quiero pensar,
porque no quiero perderte, me da terror, pero tampoco quiero arruinar nada, un
día, quizás dos, yo prometo en cuanto tenga las ideas claras lo hablamos –dije y
él asintió-
Pedro: solo te pido, no me alejes de vos –dijo y yo asentí y
lo abrace-
Paula: nunc a-susurre en su oído y me separe- me llevas a
casa? –pregunte y el asintió, nos paramos y en silencio subimos a la moto,
regresamos a mi casa, lo despedí con un beso en la mejilla, y me fui, entre sin
saludar a casa, y fui corriendo a mi habitación, me desplome en la cama y las
lágrimas comenzaron a salir nuevamente-
**
Tres capítulos en el día, primer beso, CAPÍTULO CINCUENTA= domingo re-cargado. ¡amen!