Capítulo 9.

Después de que Zaira me presente al chico nuevo, que bastante bien me cayo, me inscribí, salí afuera a esperar a Zaira que no sé porque   que no se porque se había demorado tanto, después de varios minutos Zaira salió.

Paula: ¡por fin! –grito aliviada-

Zaira: lo mismo digo, eh. ya iba a matar a alguien.

Paula: -ríe- porque tardaste tanto?

Zaira: que se yo, tarde, bah, ellos tardaron.

Paula: mal.

Zaira: si –hace cara rara-

Paula: bueh, vamos tengo que inscribir a la Pepi.

Zaira: para de decirla así Paula.

Paula: porque? siempre la voy a llamar así.

Zaira: ok, estás loca.

Paula le da una palmada en el hombro.

Zaira: auch.

Paula: eso te pasa por decirme loca –ríe-

Zaira: es que lo sos querida.

Paula: bla bla, bueno, vamos.

Zaira: vamos.

Fuimos a inscribir a Delfina, en realidad fui yo, y Zaira se quedo sentada en un banco que había allí, después de varios minutos salí y fui hasta donde estaba Zaira.

Paula: listo.

Zaira: bien, ya tengo  calor, quiero tu cama –ríe-

Paula: -ríe- yo también quiero mi cama –se queda en silencio pensando-

Zaira: Paula –ella no le hace caso- Paula –grita-

Paula: -saliendo de sus pensamientos sobresaltada- qué?

Zaira: te estoy hablando nena.

Paula: perdón, perdón, nose estoy muy ida.

Zaira: tranquila, me di cuenta.

Paula: -ríe- no la viste a Delfina?

Zaira niega.

Paula: ay esta chica.

Zaira: qué paso?

Paula: le dije que no se vaya lejos –buscándola con la cabeza-

Zaira: así no la vas a encontrar nunca.

Paula: tenes razón, la voy a llamar.

Zaira: en realidad te iba a decir que la dejemos y nos vayamos, pero –dice graciosa- tu idea está mejor –ríe-

Paula: tonta –agarra su celular y marca el numero de su hermana mientras Zaira reía a carcajadas y hacía barullo – shhh, cállate Zaira –vuelve a llamar a su hermana que no la atendía y al fin la atiende-

-Comunicación telefónica-

Delfina: Pau?

Paula: si nena, quien más querés que sea?

Delfina: uh, que humor de mierda.

Paula: gracias a vos, fijate.

Delfina: y ahora que te hice?

Paula: que no estás acá, con Zaira ya queremos ir a casa. Te dije que te quedaras cerca.

Delfina: con un ‘’Delfina donde estas’’ ya te respondía, eh.

Paula: si, tenes razón. Dale Del, tengo calor.

Delfina: cuanta bipolaridad ¡dios!

Paula: dale que me voy a enojar enserio.

Delfina: ok, anda afuera, estoy yendo.

Paula: apurate.

Delfina: si si.

-Fin de la comunicación telefónica-

Paula: vamos afuera.

Zaira: y Del?

Paula: nos espera ahí.

Zaira: ok, quiero llegar ¡YA!

Paula: yo también.

**

Capítulo 8.

Entramos al colegio y casi sin darme cuenta enarque una sonrisa, aparte de ser el colegio donde estudie toda mi vida, fue el colegio donde conocí a Fede, donde me pidió para que seamos novios, donde nos dimos nuestro primer beso, ya que yo tenía 14 y en ese entonces mi mamá no me dejaba mucho salir, Delfina tiene la suerte de que yo estoy, así la ayudo a veces a que mamá le de permiso y esas cosas, en fin, salí de mis pensamientos porque sentí un chasquido de dedos, y sí esa era mi hermana.
Paula: qué pasa?
Delfina: que te hablaba y no me dabas ni la hora, en que pensabas?
Paula: nada, nada.
Delfina: mmm, hagamos de cuenta que te creo, voy con Juany y Maru (sus amigas) mientras te inscribís, si?
Paula: bueno, anda.
Delfina fue junto a sus amigas y yo fui hasta la sala de inscripción al llegar a la puerta vi a mi mejor amiga (Zaira) hablando con un chico, nuevo? Si era nuevo, o al menos para ni yo no lo conocía, Zaira se dio cuenta de mi llegada le dijo algo a aquel chico y corrió para abrazarme con mucha fuerza gritándome ‘’amiga’’ yo también respondí a ese abrazo y luego le di un beso en la mejilla.
Paula: cachorraaaaaa –grite igual que ella-
Zaira: nos estamos saludando como si fuera que no nos vimos en todo el verano –ríe-
Paula: mal –ríe- igual fue una semana, ya es mucho –dice graciosa-
Zaira: claro.
Paula: ya te inscribiste?
Zaira: no, vení te voy a presentar aquel chico –le señala a Pedro-
Paula: bueno, vos lo conoces?
Zaira: si, bah no, bah si.
Paula: si o no?
Zaira: si, pero ósea recién lo conocí, lo vi y vos sabes cómo soy.
Paula: si, muy amable, cariñosa, caprichosa, amorosa –ella iba seguir hasta que su amiga la calla, poniendo un dedo en su boca-
Zaira: claro –dice graciosa- lo vi medio perdido y lo ayude.
Paula: ya, ya.
Zaira: bueno, basta de hablar, vamos –dice agarrándola de la mano caminando hacia aquel chico, hacia Pedro-
Paula: vamos –siguiendola-
Zaira: -llegando hasta donde estaba el- Pedro –le toca el hombro y Pedro se da la vuelta-
Pedro: si? –dice, se da  vuelta la mira a Zaira y luego su mirada queda fija en los ojos verdes de la morocha que estaba a su lado-
Zaira: te presento a mi amiga, Paula el es Pedro, Pedro ella es Paula.
Paula: un gusto Pedro –le pasa la mano amablemente-
Pedro: lo mismo digo –agarra su mano la estrecha y luego la suelta-
Zaira: ella si va ser tu compañera.
Paula: seguís informática?
Pedro: si.
Zaira: ok, nos vemos, tengo que formar fila.
Paula: anda, después vamos juntas a mi casa.
Zaira: dale, chau Pedro nos estamos viendo.
Pedro: chau Zaira, gracias por ayudarme –escucha que Zaira dice ‘’de nada’’ alejándose, avanza y justo era su turno de para inscribirse, después de varios minutos termina se da vuelta  y antes de irse la saluda a Paula-
Pedro: chau Paula, un gusto.
Paula: chau Pedro, nos vemos.

Me despedí de Paula, así se llama la morocha de ojos verdes, esos ojos que llamaban mi atención, en realidad ella llamaba mi atención, se podría decir que cuando la vi sentí un ‘’amor a primera vista’’ ridícula lo sé, bueno eso me paso, pero como yo y el amor somos como el agua y el aceite, no nos llevamos, tengo que olvidarme de todo lo que acabe de decir.
Salí del colegio, sube a la moto y comencé a manejar, sin rumbo alguno, necesitaba ir a algún lugar que me de paz y tranquilidad,  luego de dar vueltas y más vueltas  decidí ir a la costanera, llegue, deje la mono estacionada, baje y comencé a caminar, solo, si, como siempre, que vida de mierda, decía mientras caminaba, nada peor que esto, últimamente me siento tan mal, tan solo, tan estúpido, sin nada porque vivir, sin esperanzas de nada,  lo que más impresión da o me da es que tengo solo 18 años, nada, toda mi vida era una mierda y lo peor  de todo es que siempre lo oculto todo bajo una sonrisa y nunca nadie se da cuenta lo que me pasa, porque? no sé, nadie me da esa confianza de que me va escuchar y me va entender, porque a veces hasta yo no me entiendo, y tampoco quiero cargarle a nadie con mis mambos, ya bastan con los suyos.
Es todo tan difícil en este momento, demasiado que no sé cómo seguir, pero se lo prometí a mi mama, le prometí que iba a seguir viviendo sin ella, y así va ser, como? no sé, pero así será.
Seguí aminando hasta que me quede sentado en un banco viendo como la gente pasaba, nada mejor que hacer de mi vida. ¡bien Pedro!

**

Capítulo 7.

Me despedí  de mi papá y fui hasta el garaje a buscar mi moro, la tenía desde hace poco, mis papas me lo habían regalado cuando cumplí los 18, me puse el casco, puse en marca y me dirigí hacia aquel colegio donde debía inscribirme. Después de varios minutos llegue, como 20 más o menos, porque por suerte el colegio no quedaba tan lejos de mi casa, llegue, estacione la moto, baje y entre al colegio donde estudiaría este año, muy a pesar mío pero MUY con mayúsculas a pesar mío, apenas entre me di cuenta que todo era distinto e iba a ser distinto para mí, se notaba al entrar que era todo muy reglamentado, muy pulcro, no sé cómo explicarlo, pero lo que si sabia explicar es que todo era raro, distinto, feo para mi, en mi colegio anterior, donde estudie toda mi vida, si bien había reglas, nosotros podíamos hacer de las nuestras unas que otras veces, y no pasaba a mayores de una puteada del preceptor, y sumémosle que ahí estaban mis amigos, y acá… acá no tengo a nadie, bueno, en fin, este año sería uno de los peores sin dudas para mí, o eso creo, por suerte mía el día que elegí venir a inscribirme no había tanta gente como me lo imaginaba, pero eso sí, de las pocas que había (que no eran tan pocas tampoco) la mayoría me miraba con cara rara, claro, soy el ‘’nuevo’’ del colegio, que bronca. Sin saber muy bien a donde ir, veo que una chica, morocha, se acerca a mí.

Xx: hola –me saluda de la nada con una sonrisa, muy alegre-

Pedro: hola –algo tímido-

Xx: sos nuevo? Estas perdido?

Pedro: si, soy nuevo, y si, estoy un poco perdido.

Xx: -ríe- me llamo Zaira –extiendo su mano-

Pedro: un gusto, me llamo Pedro –agarro su mano y la saludo-

Zaira: venís a inscribirte, no?

Pedro: si.

Zaira: a que curso? (*perdonen si no entienden lo que digo, es que acá en paraguay se dice así, y bueno no sé y no entiendo muy bien como se dice en argentina, eso, by: fati*)

Pedro: 3ro.

Zaira: que seguís?

Pedro: informática.

Zaira: uh, que mal, no vamos a ser compañeros, pero bueno, igual se inscribe todo en el mismo lugar y yo estoy yendo para allá, venís?  (* ah y con lo de la inscripción tambien digo lo mismo, by: fati*)

Pedro: si, gracias.

Zaira: de nada –caminando para el salón de inscripción- y Pedro… de donde sos?

Pedro: -siguiéndola- de mármol, no, mentira –dándose cuanta que ya no vivía ahí- estoy acostumbrado a decir eso.

Zaira: ósea que te mudaste?

Pedro: si, era de mármol, ahora vivo en las cañitas.

Zaira: si? Yo también vivo ahí, quien te dice y somos vecinos –dice graciosa-

Pedro: -ríe- tal vez.

Zaira: -parando su paso- acá –dice y gira hacia una puerta, entraron y había un poco de gente, la mayoría eran de su edad- vos tenes que irte hacía allá –señala- y yo me quedo acá-

Pedro: esta bien.

Zaira: -justo cuando le iba a decir algo a Pedro, mira hacia la puerta y comienza a gritar- ¡amigaaaaaaaaaaaa! –corre hasta una chica, morocha, también, y la abraza, Pedro solo se queda ahí mirando la situación, y prestando mucha atención hacia aquella chica que estaba con Zaira, porque antes de irse a abrazar a aquella chica la misma le había dicho que la espere-

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Salimos con Del de casa y esperamos el taxi que había pedido minutos antes, lastimosamente no tenía ni un auto, no moto, o algo con ruedas posible de utilizar para evitar el trabajo de caminar o subir a un colectivo. Después de varios minutos el taxi llego, subimos y le dije la dirección al chofer, casi como 20 minutos más o menos tardamos, yo era de las cañitas y el colegio no me quedaba tan lejos que digamos, llegamos al colegio, le pague al chofer el dinero correspondiente y baje del auto junto con Delfina.

**

Capítulo 6.

Horacio: acá tenes hijo –dice y le entrega un sobre, donde Pedro supuso que se encontraba el dinero para pagar la inscripción-

Pedro: gracias –dice agarrándolo-

Horacio: volves después, o vas a otra parte?

Pedro: nose, capaz que si por el camino a casa encuentro un parque me siento solo y me quedo un rato ahí –dice sin ánimo-

Horacio: hijo sabes que para todos esto es difícil, y también sabes que los fin de semanas podes ir a mármol a visitar a tus amigos –dice sabiendo a que se refería Pedro diciendo eso-

Pedro: si –dice seco, tomando el último sorbo de su café- me voy.

Horacio: cuídate y avisáme cuando está todo listo.

Pedro: ok –agarra sus cosas y se va-

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¡Ring..Rong…! oí sonar mi despertador, un tanto indecisa teniendo dos opciones, tirar el despertador contra la pared para que deje de sonar y aún seguir durmiendo, o levantarme de la cama y pararlo como se debe, claro, como soy yo, y no puedo con mi genio, elegí la segunda opción, porqué mamá me había pedido un favor al cual dije que sí y debía cumplir, entre rápidamente al baño, me duche,  me cambie y fui hasta la habitación de Delfina para ver si ya estaba despierta y si no despertarla, voy y toco la puerta, nadie abre, toco nuevamente y sigue sin abrir, vuelvo a tocar y escucho un ‘’estoy acá’’ me doy vuelvo y veo a Delfina con una bata saliendo del baño de visitas.

Paula: quería saber si ya te habías levantado.

Delfina: ahora ya sabes –dice y sonríe-

Paula: si, y tu baño? Digo, porque entraste al de visitas?

Delfina: porque en el de mi habitación no sale agua caliente, desde hoy.

Paula: que raro.  Y ya le dijiste a papá?

Delfina: si y me dijo que iba a mandar a arreglar,  pero  de tarde.

Paula: ah, el ya se fue?

Delfina: si.

Paula: ok, bajo a desayunar.

Delfina: me preparas un licuado hermanita –dice con voz tierna-

Paula: mmm…

Delfina: porfa.

Paula: bueno –sin duda la mimaba mucho a su hermana-

Delfina: gracias –dice, le da un beso en el cachete y rápidamente entra hasta su habitación-

Paula también regresa a su habitación para buscar sus cosas, las guarda en su cartera y luego baja hasta la cocina para preparar su licuado y el de su hermana Delfina, termina, los lleva a la mesa y justo cuando se sienta ve que su hermana baja-

Paula: acá esta tu licuado –le señala-

Delfina: sentándose frente a su hermana agarrando el licuado que le había preparado- che Pau.. –tomando un sorbo-

Paula: si? –tomando también un sorbo-

Delfina: vos sabes a donde fue mamá?

Paula: si –tomando otro sorbo de su licuado-

Delfina: qué esperas para decirme? –dice graciosa y su hermana ríe-

Paula: para loca, estaba tomando el licuado.

Delfina: si si, ahora decime.

Paula: no entendí muy bien, pero en fin, creo que fue a buscar el regalo para papá.

Delfina: cierto que el sábado cumplen 20 años de casados.

Paula: ay sí, que emoción, cuánto tiempo juntos, que lindo –dice y piensa en que con Fede quería que sucediera lo mismo-

Delfina: si, a que hora tenemos que estar en el colegio?

Paula: a las 10.

Delfina: ya, ya tenes todo listo?

Paula: si Del tranquila –dice tomando el último trago de su licuado- listo, vos ya tomaste todo?

Delfina: casi –dice y toma su último trago- ahora sí, listo.

Paula: ok vamos –dice y se para de la mesa-

Delfina: vamos –la imita y también se para-

**

Capítulo 5.

Paula: -ya quería volver a su habitación, entonces toma la iniciativa de levantarse de la mesa- me voy familia –dice agarra sus cubiertos los lleva a la cocina, los lava y vuelve hasta el comedor- muy rica tu comida ma, hasta mañana –le da un beso en el cachete-

Ale: hasta mañana princesa.

Paula: chau pa –le da un beso en el cachete-

Miguel: que duermas lindo hija.

Paula: chau Del –le da un beso en el cachete-

Delfina: chau Pochi.

Paula: chau rompe –dice graciosa y le da un beso en el cachete a su hermano-

Gonzalo: chau fafa –le dice  y ella lo fulmina con la mirada ‘’fafa’’ significaba jirafa en el idioma que tenían ellos-

Paula se despidió de todos con una sonrisa, subió hasta su habitación, entro y se desplomo en la cama, miro de a lados buscando su celular hasta que lo vio, agarro y tenía un mensaje que era de Fede, su novio.

Mensaje de Fede: ‘’buenas noches amor, que sueñes lindo, te amo, te prometo que mañana sin falta voy al médico’’ –miro el mensaje y quedo un poco más aliviada de que su novio al fin fuera al médico a hacerse los estudios-

Mensaje de Paula: ‘’ más te vale, eh, buenas noches gordo, también te amo’’ –rápidamente tuvo la respuesta-

Mensaje de Fede: ‘’te lo prometo’’

Mensaje de Paula: ‘’hasta mañana, soña conmigo, te amo’’

Mensaje de Fede: ‘’siempre, vos también soña conmigo’’

Mensaje de Paula: ‘’siempre’’

Mensaje de Fede: ‘’te amo, te dejo descansar mi amor’’

Mensaje de Paula: igual yo, te amo –termino de escribir lo envió y dejo su celular a un costado, agarro el control remoto y comenzó a hacer zapping, porque no tenía nada de sueño  ya que se había dormido casi toda la tarde-noche, haciendo zapping vio que estaban pasando la película ‘’Titanic’’ la dejo ahí porque era una de sus favoritas, la miro toda y después de varios minutos que terminen comenzaron a caerle lagrimas de los ojos, ella era muy sensible y la película bastante triste, decidió apagar la tele y se dispuso a dormir.

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Luego de cenar ‘’en familia’’ si así podíamos llamarlo hoy en día, todos nos levantamos de la mesa, ayudamos a papá a juntar los cubiertos sucios y luego de lavar lo que me correspondía subí a mi cuarto, sin saber muy bien porque a las 21:30 de la noche ya tenía sueño, me acosté en la cama y simplemente dormí…

Me levanto por cuenta propia ¡bien ahí! Dije al darme cuenta, ya que antes la que me levantaba siempre era mi vieja, y ahora debía acostumbrarme a levantarme solo sin ella, miro la hora de mi reloj que marcaba 9:00 y vuelvo a festejar, gracias a Dios me levante, fui rápido al baño, me di una ducha como para despertarme del todo y empezar el día para arriba, me cambie, agarre las cosas que necesitaba, y baje hasta la comedor para desayunar, ya bajando vi que estaba mi papá en la mesa tomando mates como todos los días.

Horacio: buen día hijo.

Pedro: buen día papá.

Horacio: es raro verte despierto a esta hora.

Pedro: porqué?

Horacio: porque estas de  vacaciones.

Pedro: te olvidaste, no?

Horacio: de qué?

Pedro: de que hoy me tengo que inscribir en el nuevo colegio.

Horacio: tenes razón.

Pedro: tenes que darme la plata.

Horacio: ya se, ahora voy a buscar, mientras desayuna.

Pedro: ok, te espero –dice eso y va hasta la cocina a prepararse el desayuno, tostadas con café, después de un rato vuelve al comedor, se sienta, comienza a desayunar y ve que su papá está volviendo de su habitación-

**

Capítulo 4.

Luego de haber pensado en Fede y todo lo que había pasado, quede dormida, no se cuanto tiempo paso, pero  me siento obligada a despertar al escuchar el ruido de mi puerta golpeándose, ‘’ya voy’’ grite, me levante apenas, fui hasta la puerta toda echa mierda, porque siempre estoy así cuando me despierto, no importa la hora que sea,  y abrí.

Paula: -al ver quien era dijo bostezando- qué pasa ma?

Ale: dormimos mucho?

Paula: bastante.

Ale: venía a avisarte que ya esta la cena.

Paula: me arreglo un poco y bajo, si?

Ale: dale, te esperamos –dijo y se fue, Paula cerró la puerta, entro al baño al lavarse la cara, salió, se acomodo un poco el cabello y bajo hasta el comedor para cenar con su familia, que ya estaba en la mesa esperándola-

Paula: listo –dijo sentándose en el lugar de la mesa que le correspondía-

Gonzalo: era hora, tengo un hambre –dijo gracioso-

Delfina: si, lo note, te estabas por comer el tenedor solo –dice y todos rén-

Ale: que esperan entonces? Cenemos.

Todos: cenemos.

Comenzaron a cenar en silencio y cuando casi todos acabaron, Ale, la mamá de Pau sirvió los vasos con coca y comenzaron a charlar en familia como todas las noches, ya que era el único momento del día (entre semana) donde todos estaban juntos.

Miguel: cómo fue su día hoy? –les pregunta a todos-

Delfina: el mio, ahhhh –dice pensado- bien, digamos que un día tranquilito, tranquilito, preparándome psicológicamente para el regreso en el colegio.

Paula: pero que exagerada Pepi –dice y todos ríen-

Miguel: vos Pau?

Paula: bien, ponele –no quería contar lo que había pasado o mejor dicho no quería recordarlo-

Miguel: cuando decis ‘’ponele’’ es porque no fue tan bueno, pero esta, dejémoslo ahí –Paula le sonrió porque su papá entendió que no quería hablar mucho y tampoco la obligo a que hablara, por asi decirlo- vos Gonza, tu día como fue?

Gonzalo: a full, disfrutando de mis últimos días de felicidad –dice porque si bien el ya no va al colegio, si va a la universidad y la misma comenzaba también en una semana-

Ale: otro exagerado –dice y todos ríen-

Miguel: el tuyo amor? –le dice a su esposa-

Ale: el mío? Genial como todos los días.

Miguel: tanto?

Ale: claro, como no, si tengo la mejor familia del mundo.

Gonzalo: no llores ma –dice un tanto gracioso y todos ríen-

Ale: no lloro.

Gonzalo: es un chiste vieja.

Ale: ya se, ya se –sonríe-

Paula/Delfina: y el tuyo papi? –al notar que las dos dijeron lo mismo al mismo tiempo, se miraron, se sacaron la lengua y sonrieron-

Miguel: bien, por suerte y me alegro que su también haya sido bueno.

Todos: igual nosotros.

Ale: Pau acordare que mañana te vas con Del para inscribirse, eh.

Paula: si ma. A qué hora?

Ale: a las 10, asi que despiértense temprano.

Delfina: vamos a madrugar ma, olvidate –dice graciosa-

Ale: genial.

Miguel: vos Gonza, ya te inscribiste?

Gonzalo: si, ayer.

Miguel: ok.

Delfina: porque vos no nos inscribís ma?

Ale: porque tengo que salir.

Delfina: a dónde?

Ale: después te digo.

Miguel: mmm… cuanto misterio…

Gonzalo: mucho, mucho.

Ale: no es nada importante chicos, después sabrán.

Miguel/Gonzalo: ok.

**

Capítulo 3.

Minutos pasaron y tocaron la puerta de mi habitación, me levante de la cama y fui a abrir, antes me limpie la cara, para que nadie notara que estaba llorando.

Pedro: papá…

Haracio: pasó algo?

Pedro: no, por?

Horacio: escuché gritos.

Pedro: ah, yo no fui –miente-

Horacio: te pasa algo?

Pedro: no, por?

Horacio: estabas llorando.

Pedro: no –dice serio-

Horacio: dale Pedro.

Pedro: te dije que no, no me pasa nada.

Horacio: yo se que te queres hacer el fuerte enfrente a tus hermanos y a mí, talvez ellos te creen, pero conmigo no Pedro.

Pedro: la extraño –dice con los ojos vidriosos-

Horacio: veni –lo abraza- yo también la extraño hijo, no sabes cuánto –comienza a llorar-

Pedro: porqué a ella? Porqué? –dice con bronca-

Horacio: me lo pregunto todas las noches y no encuentro respuesta alguna.

Pedro: a ella, a ella que no le hacía daño a nadie.

Horacio: pero acordate de lo que ella decía ‘’se feliz siempre, a pesar de todo lo malo’’

Pedro: me acuerdo, siempre me lo decía –comenzando a llorar- no doy más.

Horacio: nose porque te lo guardas todo, nose porque no mostras tus verdaderos sentimientos, por eso es que no aguantas, vamos Pedro, deja que te vean como sos.

Pedro: gracias papá, lo voy a tener en cuenta –dice limpiando su cara-

Horacio: voy abajo a seguir ordenando.

Pedro: ok, yo sigo ordenando acá.

Horacio: vamos hijo –le da palmadas en la espalda-  juntos vamos a superar esto, siempre teniéndola en nuestros corazones.

Pedro: siempre –dice mientras su papá se va-

Comienza a ‘’ordenar’’ su nuevo cuarto, como puede, luego de varias horas termina y va a bañarse, sale, se cambia y escucha el grito de su papá, no logro entender lo que dijo asique decidió bajar hasta la cocina, donde su papá se encontraba.

Pedro: me llamabas?

Horacio: a todos, ya está la cena.

Pedro: ok, voy a llamarlos?

Horacio: no hace falta, ahí vienen –dicen señalando hacía las escaleras, donde estaban bajando sus tres hermanos-

Pedro: -al ver que faltaba una de sus hermanas- y Sonia?

Horacio:  me dijo que cenaba con su novio y se quedaba con él.

Pedro: bue –dice molesto-

Horacio: dejala, tu hermana ya es grande Pedro.

Pedro: no me importa, igual es m hermana y la voy a cuidar, como a ustedes –señala a Caro y Lu- asi que ojito, eh.

Luciana: que ojito, ni que ojito nene, vos sos el menor acá, no nosotras.

Caro: Lu tiene razón.

Horacio/Fede: cierto.

Pedro: ¡complot! –dice gracioso y todos ríen, trataban de ponerle onda en el momento en que compartían más profundamente en familia, como un almuerzo, cena o cumpleaños, porque en esos momentos siempre estaban todos juntos y en ese ‘’juntos’’ estaba Ana.

**

Capítulo 2.

Ale: tranquila hija –la abraza-

Paula: mira si es algo malo?

Ale: no pienses en eso princesa.

Paula: no se que haría sin él –llora-

Ale: sh sh sh –acaricia su espalda- no llores corazón, tranquila, pensa que no es nada más que un simple dolor de cabeza.

Paula: no puedo –dijo aún llorando-

Ale: ya fue al médico?

Paula: no, eso es lo peor de todo.

Ale: y porqué?

Paula: nose, pero hoy me dijo que iba mañana.

Ale: está bien, ahora tranquilízate, si?

Paula: voy a tratar ma.

Ale: está bien hija.

Paula: me voy a mi cuarto –se levanta y comienza a caminar-

Ale: te llevo algo para comer?

Paula: gracias ma, pero con Fede ya merendamos algo.

Ale: ok anda descansa, yo te aviso cuando esta la cena.

Paula: dale.

Subí a mi cuarto, tire mi cartera en el piso y me acosté en la cama, tenía un dolor terrible en el corazón, no de enfermedad, si no de sentimiento, como si algo feo pasaría, y todo tenía que ver con Fede, las puntadas son cada vez más seguidas, porqué? no lo sabemos porque el hasta ahora no quiso ir al médico, esto me tiene mal desde hace días, lo amo y no quiero que nada malo le suceda, nose si lo soportaría, él fue mi primer amor y  quiero que sea el último, fue y es él que siempre está conmigo, me cuida, me quiere, me respeta. Es perfectamente imperfecto para mí, yo camino, él corre, yo me quedo quieta, él salta, yo bajo, él sube, pero así nos entendemos, así amamos, así lo amo, nose si existiría alguien mejor que él, y tampoco lo quiero saber.

Pensando en todo lo que vivimos juntos con Fede, luego de un rato, siento que mis ojos se van cerrando y quedo profundamente dormida.

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Qué día complicado el de hoy, nos mudamos a la nueva casa… Qué triste es ver como los minutos pasan y no despierto de esta ‘’supuesta’’ pesadilla que creí haber tenido, mi viejita, mi amiga, mi consejera, mi todo, ya no estaba conmigo físicamente, porque sé que ella esta acá, se que está conmigo, pero duele no tenerla enfrente para darle un abrazo o simplemente sentir su presencia, perder a tu ser mas querido es algo horrible, un daño que no se lo desearía a nadie, el vacío que tengo dentro es inexplicable, y creo que nunca se va poder llenar, ese vacío que dejo mi mamá.

Enfrente a mis hermanos y mi papá trato de hacerme el fuerte, porque ellos estan igual o más destrosados que yo, y no quiero ponerlos peor, mis hermanas no dejan de llorarla y pedirle que vuelva, hace tan poco la perdimos y ya parece años. ‘’Las heridas curan’’ dicen, yo digo ‘’las heridas curan, pero las cicatrices siguen ahí’’ talvez algún día comprenda porqué Dios quiso llevarla, pero nunca lo voy a aceptar. ‘’cancer’’ que maldita esta enfermedad, porqué? porqué existe? A cuanta gente buena y con ganas de seguir viviendo, de luchar por su vida se la ha llevado. Mi mamá era una de ellas, ella lucho por su vida, pero lamentablemente no ganó la batalla, nose cuanto más voy a vivir sin ella,  me quitaron las fuerzas al llevársela a ella. Trato siempre de recordarla con la mejor sonrisa para que ella desde arriba este feliz, pero en estos momentos de melancolía, no puedo, no me sale. ¡LA NECESITO! Grito fuerte para desahogarme. Minutos después ya comienzan a caer las lágrimas de mis ojos.

**

Capítulo 1.

Me encontraba con mi novio a una semana de que comiencen las clases caminando de regreso a mi casa luego de haber pasado una linda tarde en el parque, ya llegando a mi casa Fede se toca la cabeza con signo de dolor.

Paula: mi amor –la abraza y él no responde- ey Fede, qué te pasa?

Fede: tranquila amor, es solo una puntada.

Paula: una puntada, si, una puntada que te da desde ahce mucho y no para –se aleja de él enojada-

Fede: Pau, para… qué pasa?

Paula: que no te haces ver, mira si te pasa algo –comienza a llorar y el corre a abrazarla-

Fede: ay Pau, hermosa –le corre el cabello y la mira, pero ella a él no- mi amor, mirame…

Paula: no te importa nada de lo que te digo.

Fede: claro que si, mañana mismo tomo un turno en el médico.

Paula se queda callada.

Fede: mi amor, mañana voy, me perdonas?

Paula: si –die aún llorando-

Fede: pero no llores mas porfavor –le limpia las lágrimas-

Paula: es que te amo mucho.

Fede: yo también mi amor, me das un beso?

Paula: si –lo mira tierna y le da un beso-

Fede: os vemos mañana?

Paula: mañana no nos vemos nada si no vas al médico –dice un tanto graciosa-

Fede: -ríe- prometo ir a la mañana, y si voy, cenamos juntos?

Paula: si.

Fede: gracias –le da un pico-

Paula: solo si vas, eh.

Fede: claro que voy a ir.

Paula: mas te vale.

Fede: -ríe- me encanta que me cuides.

Paula: siempre te voy a cuidar.

Fede: como yo a vos.

Paula: pensar que ya van a hacer 3 años contigo mi amor –dice emocionada-

Fede: 3 años inolvidables.

Paula: gracias por tando –lo abraza-

Fede: -aún abrazándola- gracias a vos –hace una pausa- gracias.

Paula: no se que haría sin vos.

Fede: tampoco yo, sos la mejor –mirándola fijo a los ojos-

Paula: vos lo sos –lo besa-

Fede: te amo.

Paula: yo también –lo besa nuevamente-

Fede: bueno –pico- ya tenes que entrar –pico-

Paula: no quiero –lo besa-

Fede: mi amor yo no quiero que mi suegra me odie –dice gracioso-

Paula: tonto –ríe- si ella te ama.

Fede: si?

Paula: claro, si sos la persona que cuida y hace feliz a su princesa.

Fede: y siempre lo voy a ahcer.

Paula: me lo prometes?

Fede: te lo juro, siempre, pase lo que pase, te voy a cuidar y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que seas feliz.

Paula: sos el mejor –beso- te amo tanto.

Fede: te amo mucho más, y ahora entra mi amor, dale…

Paula: bueno –bufo- chau –lo beso y Fede se fue-

Cuando Fede se fue, abrí la puerta y entre a mi casa, fui hasta la cocina para tomar un vaso de jugo y la veo a mi mamá sentada tomando un café, leyendo una revista ¡típico de ella!

Paula: hola mami –le da un beso en el cachete-

Ale: hola princesa.

Paula: qué leías?

Ale: nada interesante, vos?

Paula: yo no estoy leyendo nada ma.

Ale: -ríe- ya se Paula, me refería a cómo te fue con Fede?

Paula: ah, todo bien, pero sigue con las mismas puntadas ma –dice angustiada-

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Presentación.

Ella una chica muy alegre, feliz enamorada, con 17 años, llamada Paula, por cursar el último año del  colegio y por cumplir los 18, su vida era tal cual ella quería, con una mamá (Alejandra, 38 años) papá (Miguel 40 años) una hermana (Delfina, 14 años) y  hermano (Gonzalo, 20 años) tenía dos amigas de fierro, una Zaira (con 18 recién cumplidos) y la otra Flor (17 años) también un novio Federico (17 años) eran novios desde que tenían 14 años, ella lo amaba mucho, sentía que él era e iba a ser el amor de su vida, el también la amaba, la respetaba y cuidaba mucho. Su vida va dar un cambio rotundo dentro de poco, un cambio que a ella la va descolocar, y la va dejar mal.

El un chico discreto, pero alegro, digamos que el amor no es lo suyo y no pretende que lo sea, llamado Pedro, con 18 años, por cursar el último año del colegio, lastimosamente y a pesar suyo en un nuevo colegio, porque su mamá (Ana) murió no hace mucho, y junto con sus hermanos Federico (19 años) Luciana (21 años) Carolina (23 años) Sonia (25 años) y su papá Horacio (45 años)  decidieron mudarse, porque su anterior casa les traía muchos recuerdos de su mamá, y los ponía peor de lo que estaban. No le gustaba la idea de tener que cambiar su vida de un día para el otro, pero lo acepto, porque su  vida, para él, había cambiado desde el momento en que murió su mamá.

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