miércoles, 24 de abril de 2013

Capítulo 56.


Ya era domingo, sentada en la mesa del comedor de mi cocina, terminando de desayunar, sola, todos seguían durmiendo, los domingos nadie se levantaba mas tarde de las once, pero hoy yo era la excepción, eran recién las diez, pero me desperté y ya no pude volver a dormir.
Termine con el desayuno y luego subí a mi habitación a leer un libro que recién había comprado, mientras esperaba a Pedro para ir a lo de Hernán (se ofreció a llevarme, y luego de que Zaira y Flor me dijeran que no había problema que fuera con él y no con ellas acepte).
El libro era realmente atrapante, y de tanto que me enganche no me di cuenta que eran pasadas las once y media, y Pedro pasaría por mí a las doce (quedamos en ir a comer a lo de Nan), acelerada me di una ducha rápida y luego de salir comencé a buscar lo que me pondría, mire hacia a fuera y un hermoso sol a través del cielo celeste se veía, cálido clima, entonces me decidí por unos short de jeas, una blusa suelta con frases estampadas en ella, y mis converse que casi nunca faltaban.
Me vestí lo más rápido posible, checkee el reloj, doce menos cinco, tome el cepillo de cabello y me peine rápidamente, puse mi cabello hacia un costado para que quede más natural y ya que así se veía mejor porque ahora estaba bastante corto, me perfume y justo cuando tome la cartera para meter las cosas que llevaría sonó el timbre, metí todo aceleradamente y baje.
Abrí la puerta y detrás del umbral se encontraba el con su hermosa sonrisa, llevaba unos pantalones capri y una remera simple, con sus converse también puestos. Cerré la puerta y salí junto a él, me miraba sorprendido (claro, por el nuevo cambio) y sonriendo aun, me acerque a él dejando toda la vergüenza atrás y deje un corto beso en sus labios, sorprendiéndolo aun más.
Pedro: hola Pochi -sonrió-
Paula: hola Pepe, y? -pregunte en referencia a mi nuevo look-
Pedro: mas que hermosa -dijo él y sonreí-
Paula: gracias -bese sus mejillas-
Pedro: vamos? -pregunto extendiendo su mano-
Paula: vamos -respondí tomándola-
Caminamos hasta su moto, nos pusimos los cascos, y subimos, me aferre fuerte a su cintura, poniendo mi cabeza en sus hombros, aunque era un poco incomodo debido al casco.
El acelero y emprendimos camino hasta la casa de nuestro amigo.
Cuando llegamos un tiempo después, baje de la moto, el también y tomados de la mano nuevamente fuimos hasta la puerta, Pedro toco timbre antes soltándome la mano (nuestros dos amigos hombres aun no sabían nada) y salió Hernán sonriendo.
Hernán: hola chicos, wo Pau, y ese look? –preguntó y yo reí- pensé que venias con las chicas –siguió Nan mirándome, y pensaba que por ser nuestros amigos tenían derecho a saberlo, mire a Pedro buscando su consentimiento y él me estaba sonriendo-
Paula: cambio de look y de planes -dije riendo y tomándome el atrevimiento de entrar, y ahí lo vi a Matias en el living- hola Mati -el que estaba mirando la televisión, giro y me vio, un poco sorprendido también-
Matías: hola Pochi, y las chicas? Y ese look? - pregunto y Hernán y Pedro estaban junto a nosotros-
Paula: estarán llegando, que se yo -dije graciosa, no sé por qué, pero no estaba en lo más mínimo nerviosa- ah y viste? –dije riendo en referencia a la última pregunta-
Matías: ah ya -dijo extrañado- te queda lindo –y yo asentí graciosa- hola Pepe -mirando a Pedro-
Pedro: hola Mati -se pasaron la mano-
Paula: voy a preguntarle a las chicas si estan viniendo -anuncie y ellos asintieron-
Envié el mensaje al grupo del whatsapp y Zaira fue quien respondió.
Paula: dice Zaira que no podemos vivir sin ella -dije riendo- y que ya estan por llegar.
Hernán: siempre tan graciosa –dice burlándose de Zaira-
Paula: cashate que morís por ella –lo delate sacándole la lengua, y el estaba a punto de ponerse rojo, yo reí a carcajadas- son dos boludos –dije en referencia a él y Zaira-
Matías: mal Pochi, pero dejalos, ya van a venirnos con la noticia –dijo siguiéndote, mientras notabas que Hernán pensaba como salir de la situación y Pedro reía-
Hernán: y ustedes? Por qué no viniste con Zaira? –me miro y me hizo un gesto burlón, yo lo fulmine con la mirada-
Paula: p…porque Pedro se ofreció a traerme –dije al comienzo un poco trabada y después más tranquila-
Hernán: Pedro? –insistió, nos miramos y asentimos los dos, concordando en contarles a nuestros amigos-
Pedro: bueno pasa que –comenzó nervioso, y entonces yo me adelanté-
Paula: estamos saliendo –dije sin dar más vueltas, todos me miraron sorprendidos, hasta Pedro, no era de esas que iban directo al grano, era más vueltera, pero no se qué sucedió, y lo dije-
Matías: enserio? Desde cuándo? –preguntó curioso, volvimos a mirarnos con Pedro y esta vez hablo el-
Pedro: desde el viernes, y ya dejemos de hablar de esto que es un poco incomodo –termino y Hernán y Matías asintieron, por suerte-
Hernán: bueno, estoy sorprendido –dijo gracioso- pero felicidades chicos, para delante –y lo note sincero, aunque lo peleaba, lo quería y mucho-
Matías: digo exactamente lo mismo que Hernán –y nosotros nos miramos con Pedro y sonreímos, el timbre sonó-
Hernán: voy a abrirles –dijo y nosotros asentimos, sentándonos al fin en el sofá-
Escuche a mis amigas reír desde que se abrió la puerta, y automáticamente sonreí, siempre tan ellas.
Zaira: hola muchachos –dijo la morocha entrando al living con su enorme sonrisa- Paula Chaves ese rubio por Dios –dijo graciosa y yo reí-
Flor: pero si tas potra –le siguió Flor y yo reí aún más-
Paula: les gusta eh –dije graciosa riendo-
Flor: hermoso que duele hasta los ojos –exagero rimando y las tres estallamos en risas-
Hernán: están muy hiperactivas para ser domingo –nos comenzó a pelear-
Matías: hola loquitas lindas –dijo Mati, el era el más cariñoso, más como un hermano grande,  Hernán el chico, el que nos molestaba, y Pepe era como las dos partes juntas-
Flor: ves, ese sí que es un lindo recibimiento –dijo riendo Flor mirando a Hernán-
Pedro: hola chicas –dijo sonriendo-
Zaira: y ese un saludo normal –y Flor asintió-

Luego de todo ese momento gracioso, nos sentamos en el living a decidir que pediríamos para comer (los padres de Hernán habían ido a un almuerzo de esos de trabajo) y al final de todo nos decidimos por McDonald’s.
Mientras esperábamos bromeábamos entre todos y hablábamos de cualquier tipo de cosas, estar con ellos era sumamente divertido, cuando al fin llego el delivery pusimos la mesa y nos sentamos a almorzar, Flor casi se atraganta con su bebida por los chistes de Zaira, al igual que yo, era todo tan gracioso que dolían las costillas.

Cuando acabamos con la comida y el postre decidimos primero ver una película, nos decidimos por una de ficción que nos gusto a todos, y nos sentamos para verla, Pedro se sentó al lado mío y me abrazo, yo sonreí y nos dispusimos a ver la película.
Más tarde cuando termino, fuimos al jardín de Hernán, llevamos mates y las cartas para jugar al truco.
Estuvimos gran parte de la tarde así, riendo  y jugando, haciéndonos bromas, hasta que llego la hora de irnos, yo con Pedro nuevamente y Flor y Zaira llevadas por Matías que había prestado el auto de su papá.
Pedro me dejo en frente, baje, nos quitamos el casco, sonreímos y nos besamos, no lo habíamos hecho en todo el día desde que salimos de mi casa (todavía tenía vergüenza, y más estando en frente a mis amigos) nos besamos por un largo rato y luego entre sonriendo a mi casa, mientras el partía a la suya.

**

jueves, 18 de abril de 2013

Capítulo 55.


Sábado, despertándome, parecía ser un lindo día, ya que la luz del sol se veía fuerte a través de las cortinas, tome el celular para ver la hora, casi las doce, y no encontraba explicación de por qué me desperté tan tarde, si ayer dormí relativamente temprano, luego de hablar un rato con Pedro por mensajes antes de dormir, como también con Zaira y Flor pero eso era cosa de casi todos los días en el típico "grupo del whatsapp" sin duda con ellas en mi vida y iba a parar de reír nunca, y por eso las amaba tanto.
Me levante y fui al baño, tenía ganas de ducharme y así lo hice, luego me vestí y pensé en bajar para comer algo y de paso ver que hacia mi familia.
Antes decidí pasar por el cuarto de Delfi, hacia mucho no la molestaba y pasaba tiempo con ella, y este sería un buen momento. A mi favor la puerta no estaba con llave, entre y sin más me tire encima de ella (que aún dormía) y comencé a hacerle cosquillas.
Ella exaltada se despertó y como era de esperarse comenzó a decir miles de insultos a la par que reía y yo también.
Paula: Yo se que extrañabas estos ataques míos -dije dejándola respirar un rato-
Delfina: estas de suerte que no me despertaste en mis peores días -me dijo respirando acelerada, debido a las cosquillas-
Paula: y estos son tus buenos días? -dije graciosa-
Delfina: ajam –rió- y si extrañaba estos ataques de "mi hermanita está creciendo, tengo que molestarla antes que se ponga rebelde" -dijo graciosa- aunque, ya crecí -hizo un gesto de superioridad, yo reí-
Paula: no sabía que a los catorce uno ya crecía por completo -dije burlándola-
Delfina: que vos aun no hayas madurado no es mi culpa -dijo graciosa y yo simule un gesto de sorpresa-
Paula: reiterate -dije haciéndole cosquillas-
Delfina: para Paula… ¡para! –Gritaba mientras reía y yo seguía con las cosquillas-
Paula: no hasta que te reiteres y digas “mi hermana mayor es la mejor y la amo por eso” –reí mientras ella seguía revolcándose y yo seguía con las cosquillas-
Delfina: soñá –dijo tratándose de librar de mi, y yo comencé a hacerle aún más cosquillas-
Paula: son solo esas simples palabras hermanita, dale –me burlé, ella bufo-
Delfina: mi hermana mayor es la mejor y la amo por eso –dijo con desgano-
Paula: con entusiasmo, mucho mucho entusiasmo –cuando quería ser insoportable, lo era-
Delfina: ¡mi hermana mayor es la mejor y la amo por eso! –Repitió de nuevo y como se lo pedí, no aguante y la llene de besos en sus cachetes, ante sus quejas, está más que obvio- definitivamente no estás bien te dale cabeza –me dijo cuando al fin la deje en paz- pero así te amo –se acerco a abrazarme-
Paula: te parece un sábado de hermanas? –propuse-
Delfina: me re parece –dijo graciosa y reímos-
Paula: ok, te dejo cambiarte y cuando estes bajas, le decimos a mamá, almorzamos y nos vamos al shopping, dale?
Delfina: dale –dijo y yo le sonreí para luego salir de la habitación  y bajar hasta la cocina-

Ahí la encontré a mi mamá, la salude y me senté a esperar a Delfina mientras ella me contaba cosas del trabajo. Después de un rato llegó mi papá quien había ido a comprar algo (lo cual no se que sea) lo salude, y bajo Delfina, mi mamá fue a llamar a Gonzalo quien seguía durmiendo, y cuando él bajo almorzamos todos juntos.
Cuando acabamos yo me vestí de nuevo, y cuando estuvimos listas, mi papá se ofreció a llevarnos hasta el shopping, con Delfina aceptamos sin duda alguna obviamente.

Nos despedimos de él y comenzamos a recorrer varias tiendas de ahí, como cada vez que veníamos lo hacíamos, horas y horas recorriendo, viendo, comprando (lo que nos alcanzaba), hasta que juntas pasamos frente a una peluquería, nos miramos cómplices y entramos, no estábamos seguras de que hacíamos ahí, pero con la idea clara que queríamos un cambio de look.
Con ayuda de los estilistas que trabajaban ahí nos decidimos. Luego de horas salimos totalmente diferentes, a como habíamos entrado, ella con el cabello solo centímetros más debajo de los hombros, y un color un poco más claro del que tenía, y yo centímetros por arriba de los hombros, totalmente rubia, necesitaba cambios, y este era uno sin dudas.
Cerca de las seis de la tarde, fuimos a un coffee del shopping para terminar ahí con nuestra divertida tarde de hermanas.
Mientras merendábamos pensábamos en cómo se lo tomarían este cambio sin aviso mamá y papá, temía más por Delfina que por mí, pero bueno, me haría cargo si debería hacerlo.  
Terminamos, pagamos y llamamos a papá para que volviera por nosotras, no tardó tanto y cuando estaciono frente a nosotras rápidamente abrió la ventanilla del co-piloto y nos miro atentamente, con Delfina sonreíamos algo nerviosas hasta que mi papá lanzó un “están locas” con tonó gracioso, por suerte no se había molestado, subimos riendo a la par con papá, y le resumimos toda nuestra tarde, el parecía estar muy interesado en saberla.
Cuando llegamos a casa y traspasamos el umbral después de papá estaba mamá esperándonos, cuando nos vio su rostro se trasformo de sonriente a sorpresivo.
Paula: y? te gusta? –Pregunte graciosa para descontracturar un poco el ambiente-
Ale: si no estuvieran tan hermosas hubiese dado un sermón de aquellos –dijo entre graciosa y enserio, con Delfina nos miramos aliviadas y comenzamos a reír-
Delfina: vos también deberías cambiar de look mami –dijo en tono gracioso-
Ale: la próxima voy con ustedes –reímos-
Paula: bueno yo voy arriba, estoy cansada –dije-
Delfina: mal, yo también –se unió-
Ale: más tarde las llamo para ayudarme a poner la mesa eh –dijo y nosotras asentimos-
Paula/Delfina: los queremos papis –dijimos a unísono y riendo para luego subir y dirigirnos a nuestras habitaciones-

Ya en mi habitación, lo primero que hice fue darme un ducha rápida, luego me puse una ropa cómoda, y por último tome el black berry, me acosté en la cama y lo prendí (al igual que la televisión) ya que había apagado antes de salir para el shopping, esa era la primera regla que habíamos impuesto con Delfina para el día de hermanas, no celulares, no distracción, solo nostras y nadie más.
Como era de esperarse Zaira y Florencia me llenaron de mensajes en el grupo, cosa que solo leí los dos últimos mensajes (ni ganas de leer toda una interminable conversación).
“Me llenaron de mensajes dementes” –envíe- “Día de shopping con Delfi… adivinen que hicimos” –seguí y luego revise las otras actualizaciones, algunas en facebook, otras en twitter, y por último encontré lo que más me interesaba, un mensaje de Pedro.
“Hola Pochi, como va tu sábado? Estaba haciendo un esfuerzo terrible para no enviarte nada y quedar muy insoportable, pero no pude conmigo mismo L” –leí y sonreí, con esas sonrisas que solo él me saca, vi la hora en que me envío, hacía casi hora y media-
“Pepe, fue un sábado de hermanas, por eso recién respondo, tenía apagado el celular, y el tuyo? No sos para nada insoportable, sos un tierno.” –le envié sin más que pensar y cambiaste al chat de tus amigas-

“Dementes nostras? Demente vos que no nos hablas en todo un día, pero bueno te perdonamos solo porque sabemos que el día de hermanas es ley” –respondió Zaira al grupo- “Totalmente, y ahora explícate las últimas palabras que enviaste” –siguió Flor-
“Cambio de look” –enviaste- “Ahora están hablando con una rubia señoritas” –seguí graciosa-
“¡AAAAAAAAAAAAAAA! ¿rubia? Me muero Pochi, ya quiero verte” –respondió Zaira- “Nananana, sin nosotras? Mala persona” –respondió Flor- “Mentira Pochi, esta genial, yo también quiero verte” –siguió Flor-
“Mañana estoy libre” –envié y rápidamente cambie al chat con Pedro que me había respondido-

“Mis hermanas hacen lo mismo, se quedan durante horas en el shopping, que tanto hacen? Jaja, yo fui junto a los chicos, podría decirse que fue un sábado de play” –reí al leer, y respondí de inmediato-
“Que no, jaja, con Delfi por ejemplo hoy cambiamos de look. Qué raro ustedes con la play” –envié y cambie al chat con mis amigas-

“Almuerzo y tarde completa en la casa de alguien?” –Propuso Zaira- “En la de Hernán” –respondió de inmediato Flor- “Me parece genial, el tiene un lindo patio, pileta y todo” –siguió Zaira-
“Igual tanto calor ya no está haciendo” –respondí- “Pero me copa, ahora tenemos que preguntarle a él” –seguí-
“Déjenme que yo le pregunto, enseguida les aviso” –respondió Zaira, ninguno de los dos, ni ella, ni Hernán querían admitirlo, pero poco a poco se iban gustando cada vez más, y todos lo notábamos- “Si claro, vos, que raro” –respondió Flor graciosa y antes de seguir cambie de chat nuevamente al de Pedro-

“Cambiaron de look? Como es eso? Que te hiciste? Jaja” –leí-
“Estas hablando con una rubia ahora” –envié- “Y? que decis?” –seguí-
“Naaaa, ya quiero ver ese cambio jaja, no te veo rubia, pero estoy seguro que te queda hermoso.” –y me mordí el labio riendo, antes de responderle cambie al chat de las chicas-

“Nan dice que no hay problema” –envió Zaira- “Entonces le avisamos a los chicos?” –preguntó Flor” “Obvio” –respondió Zaira- “Igual a Mati nomas ya, ni te preocupes por Pepe seguro Pau se encarga de eso” –reí ante el mensaje de mi amiga- “Dalo por hecho, jajaja” –respondí y volví al chat de Pepe-

“Mañana lo verás entonces jaja, en la casa de Hernán para almorzar y pasar la tarde todos juntos, podes?” –Envié y rápido recibí la respuesta-
“Claro que puedo, ahí veo a la nueva Chaves entonces jaja” –reí y antes de responder cambie al chat de mis amigas-

“Pepe ya esta avisado” –envié riendo porque sabía que vendrían las cargadas de parte de ellas-

Y así estuve hablando con  él y ellas, hasta que después de un rato de cenar y ver una película (la cual  estaban viendo Zaira, Flor y hasta Pedro porque yo les insistí) me acurruqué en mi cama y me dispuse a dormir.

**


martes, 16 de abril de 2013

Capítulo 54.


Luego de un largo y hermoso abrazo nos separamos, lo mire, me miro y sonreímos, apostaba a que me veía un poco tonta.
Pedro: queres ir a algún lugar para almorzar? -me pregunto rompiendo el silencio, que no era incomodo pero tampoco lo contrario-
Paula: dale -dije sonriendo y él se paro, me paso su mano y me levanto-
Pedro: algún lugar en especial? -pregunto mientras caminábamos hacia donde había dejado la moto-
Paula: mmm -pensé graciosa- mac? -y el rió al instante-
Pedro: me lo imaginaba -dijo y yo reí también-
Paula: bueno deja de burlarte que a vos te encanta también -retruque-
Pedro: tenes razón -llegamos hasta donde se encontraba la moto, el me paso el casco, me lo puse, el se puso el suyo, subimos y nuevamente aceleró-
Cuando llegamos había fila pero no era tan larga para suerte nuestra, en menos de veinte minutos ya estábamos sentados en nuestra mesa almorzando, mientras comíamos hablamos como siempre, de mis cosas, sus cosas, mis clases de patín, sus clases de guitarra, casi todo era igual, y eso me hacía dar cuenta que desde hace semanas ya no era un trato de amigo-amiga, era más que eso, más profundo. Ahora la única diferencia era que estábamos ambos seguros de que amigos ya no éramos, si no algo mas, y hasta llegaría a decir que mejor.
Al terminar pedimos helados de postre, y cuando acabamos con ellos también, Pedro me llevo hasta casa.
Paula: nos vemos Pepe -dije mientras me sacaba el casco-
Pedro: hoy? -pregunto entre tímido y gracioso-
Paula: dale, pero me vas a engordar con tanto helado, pensemos en otra cosa, tipo frutas, si, vamos a comprar manzanas -dije graciosa y el rió a la par mío-
Pedro: manzanas serán -se acerco y me dio un beso en la comisura de mis labios, yo sonreí como tonta-
Paula: chau -le dije y entre a mi casa-
"Con Flor te esperamos, ahora en su casa, ya, besitos" -encontré el mensaje cuando llegue a mi habitación, lo había mandado hace quince minutos-
"Estoy a tiempo?" -respondí quitándome los calzados, buscando ropa, por si respondía que si-
"Por supuesto" -recibí la respuesta inmediatamente-
No paso mucho que ya estaba llegando a la casa de Flor, luego de avisarle a mama que salía de nuevo, toque timbre y como era de esperarse de inmediato me abrieron, ambas llenándome de preguntas. Zaira se había encargado de contarle un poco lo del último día, un peso menos. Pero estoy segura que no me van a dejar en paz hasta que les cuente lo de hoy.
-Paren locas -dije ya que desde que había llegado (aproximadamente cinco minutos) no paraban de llenarme de preguntas-
-Helado mientras charlamos? -pregunto Flor y nosotras asentimos con gusto (aunque yo haya probado un poco antes, no me negaría a tal invitación)-
Llevamos el pote de helado a la habitación de Flor y nos pusimos a hablar, en realidad yo, les contaba todo lo que paso hoy, volví a repetir con detalles lo de ayer, los mensajes, todo. Y también recibí consejos y apoyo de parte de ellas, como siempre.
Ya eran casi las cinco y yo me despedí de ellas ya que tenía las clases de patín, si, eran todos los días, hora y media, muy exigentes, pero lo amaba, y eso era lo único que importaba.
A penas llegue a casa subí a ducharme lo más rápido que pude, hoy llegaría tarde, ya lo tenía asumido, pero eso no significaba que no tenga que apurarme.
Lo más rápido que pude me vestí, y esta vez le pedí a mi papá que me llevara, no era lejos, pero ahora que estaba tarde lo necesitaba.
Gracias a mi suerte habían comenzado hacía cinco minutos antes, ya que una de las compañeras tuvo un percance antes de comenzar la clase y se robo el centro de atención (solo por así decirlo).

***
Agotada en el banco de siempre, esperándolo, pensando en cómo habían cambiado las cosas de un día para otro, pensando en cómo me encontraba ayer, y como me encuentro hoy. Mucha diferencia tampoco hay, pero si se dé una de las diferencias es que estaba más segura de lo que sentía por Pedro, y él por mí.
El sonido de un motor interrumpió mis pensamientos, y supuse que era él, y así lo fue, estacionó, se quito el casco y me sonrió, yo hice lo mismo mientras me paraba e iba junto a él, en el corto camino hasta donde se encontraba iba pensando en cómo saludarlo, si con un beso en la mejilla, o en la boca, o como me saludaría él, no quería quedar en evidencia, pero tampoco quería que sea él el que se quede con ella.
Y cuando llegue, solo atine a abrazarlo, eso era mejor que todo, pensé.
“Puedo besarte?” susurró en mi  oído izquierdo, cosa que provoco escalofríos por todo mi cuerpo, era tierno, y mucho.
Yo me separe y le asentí tímida, el poso sus manos en mis mejillas y me llevó más hacia él para luego besarme dulce y pausado.
Y tanta era la vergüenza (si, aún tenía vergüenza, creo que era obvio, y si no, así es) que me hundí en su cuello después del beso mientras él me abraza por la espalda.
Pedro: sos muy tierna  -dijo aún abrazándome y yo estando aún escondida en su cuello-
Paula: soy una tonta –logre responder-
Pedro: vas a quedarte más tiempo ahí o vamos por unas manzanas? –dijo gracioso y yo largue una carcajada y me separe-
Paula: en realidad lo de manzanas era chiste –dije y reímos- un café? Solo por hoy, es que cuando llegue a casa fui directo a la casa de Flor y las chicas me invitaron helado, y bueno, no pude resistirme –dije graciosa-
Pedro: bueno dale, vamos –dijo pasándome el casco y poniéndose el suyo, yo asentí mientras me subía a la moto y me sujetaba con las manos entrelazadas a la cintura de él-

Llegamos al coffee, yo pedí un cortado, Pedro también y ambos lo acompañamos con macitas.
Era uno de esos lugares donde iba más a menudo de esa gente que salía del trabajo, de máximo 25 años. Y con Pedro nos burlábamos por estar ahí, estar con él era divertido y mucho.
Se nos paso el tiempo así, divirtiéndonos, burlándonos de la gente que estaba ahí, y también de nosotros, porque decíamos que así estaríamos también acá dentro de años y otros jóvenes se burlarían de nosotros.
Se estacionó frente a mi casa, y esta vez creo que ambos decidimos “jugarnos” y nos despedimos con un beso, por suerte estuvimos de acuerdo sin saberlo y no hubo “desencuentros”.
Cuando pase el umbral de la puerta de entrada y camine un poco más hasta llegar a la cocina vi a mi mamá y papá tomando mates, como casi todas las tardes, amaba verlos juntos y felices. Los salude con un abrazo y me quede con ellos por un rato charlando (más de sus cosas que de  las mías, creía y creo que aún no es el momento de contarles lo de Pedro).
Subí a mi habitación, me volví a duchar y luego me acosté en la cama comenzando a hacer zapping, deje en una serie americana de esas graciosas que me llamó la atención.
Luego no se cuento paso que ya me encontraba de nuevo en mi cama, luego de haber tenido una linda cena en familia, esta vez para acomodarme en la almohada y disponerme a dormir. 

**

domingo, 14 de abril de 2013

Capítulo 53.


Viernes, el sonido del despertador retumbando en mi cabeza, logrando que despierte con un poco de mal humor, lo apague, inhale y exhale hondo para tomar la voluntad suficiente como para levantarme de la cama, prepararme e ir al colegio a afrontar lo que me esperaba, si, hablo de Pedro y que tenemos que hablar después del colegio, nerviosa es una palabra que no expresa lo suficiente como me encuentro.
Trate de relajarme en la ducha, y dio un poco de buen resultado, salí me vestí y luego baje a desayunar, como pocas veces se encontraba toda mi familia en la mesa, desayunamos todos juntos y luego papá nos llevo a las escuela.
Cuando llegue la vi a Zaira, me despedí de mi papá, baje y fui junto a ella.
Zaira: Pochi –dijo abrazándome- supongo que le escribiste, no? –pregunto en mi oído y se alejo-
Paula: si cachorra –respondí-
Zaira: wo, pensé que me venías con la excusa de que tu perro se comió tu teléfono –dijo graciosa y yo reí-
Paula: tarde o temprano tenía que hacerlo –dije retomando la “seriedad”-
Zaira: y si, que te dijo?
Paula: hoy vamos a ir a hablar mejor después del colegio –respondí nerviosa-
Zaira: ay amiga sabes mi discurso ya, solo agrego, dale para delante, ok? –dijo y asentí-
Paula: vamos junto a los chicos –dije señalando a Flor que estaba junto con Hernán-

Zaira asintió y fuimos junto a ellos, de hacia el otro lado vinieron Pedro y Mati, nos saludamos todo, con Pedro también, normal (raro que pude hacerlo sin sonrojarme de la vergüenza) y entramos al curso.

Luego  de la clase de biología aburrida, salimos todos juntos al primer recreo, quejándonos de la profesora de la misma materia (era realmente insoportable).

Y así se paso toda la mañana, con Zaira de compañera de banco, que me ayudaba a tranquilizar mis nervios con gestos cuando lo notaba.
El último timbré sonó, y mis nervios aumentaron, respire hondo y me levante de mi asiento, salimos con los chicos como siempre, solo que esta vez  Zai me ayudo y dijo que iría a la casa de Flor, Flor no entendió mucho, pero ya Zaira se lo explicaría en su casa.
Entonces como excusa Pedro dijo que me llevaría, y con total naturalidad yo acepte, nos despedimos de todos y comenzamos a caminar hacia done él había estacionado su moto.
Pedro: a donde queres ir? –pregunto mientras caminábamos-
Paula: em, la verdad no se –respondí seguía nerviosa-
Pedro: tenes hambre? Digo para ir a un lugar donde venden comida y hablar ahí, o preferís el parque? –pregunto-
Paula: parque –respondí y el sonrío, yo también-
Pedro: vamos –dijo y justo llegamos donde había dejado su moto, subimos, nos pusimos los cascos y el aceleró-
***
Pedro: Pau se que sos tímida, seguro estas nerviosa, te entiendo, pero habla por favor, no aguanto más este silencio –dijo entre abatido y gracioso, era comprensible, ya hacían casi diez minutos que llegamos al parque y los dos estábamos apoyados sobre un enorme árbol sin decir nada, mirando al frente y nada más que eso-
Paula: perdón –fue lo primero que pude decir- es que no sé qué decir –seguí-
Pedro: lo que me dijiste ayer? –pregunto gracioso, lo quería matar-
Paula: Pedro no me hagas esto –suplique- sabes lo que me costó escribir eso?  -comencé graciosa- Y vos queres que te lo diga ahora, acá enfrente? –dije y por primera vez lo mire a los ojos, me puse un poco seria, inhale como ya tantas veces y volví a exhalar seguidamente- No te quiero lejos de mío –comencé, si él quería que le dijera lo mismo que ayer, eso iba a hacer, o al menos intentar- te quiero Pepe, y no sé si quiero fingir que no paso lo de ayer, pero vos sabes que tengo mis cosas yo –el me miraba detenidamente, y decir que me trababa entre una palabra y la otra estaba de más- mis miedos, y también que soy muy loca, maquino mucho, y … -de un momento a otro cuando iba a volver a abrir la boca para decir vaya uno a saber que (decía lo que se me venía en el momento, mucho no estaba racionalizando) siento sus labios posarse en los míos, sus manos en mi cuello aferrándome más a él, primero me sorprendí y estaba sin reacción, pero segundos después no pude evitar seguir ese beso, el tenía mis mejillas agarradas con sus manos, yo con las mías en el césped tratando de sostenerme, y ese beso hermoso del cual  no me había dado cuenta, ese beso hermoso y robado que ahora estaba terminando.
Pedro: perdón, no pude evitar verte así nerviosa diciéndome todo eso y no hacer nada –dijo él, segundos después de separarnos, aún con sus manos en mis mejillas- yo soy la persona que menos quiere tenerte lejos –siguió- te quiero y mucho Pau, y se de tus miedos de tus cosas, y voy a estar para que superes todo eso, yo también los tengo, y muchos, y también se que vos vas a estar para eso, entonces, podemos intentarlo? Podemos estar juntos? –Término y yo lo escuchaba atentamente sin dejar de mirarlo, era increíble todo lo que estaba pasando-
Paula: s-si –dije tartamudeando, el rió y volvió a besarme-
Pedro: te quiero Pau –acaricio mi mejilla dulcemente-
Paula: yo también Pepe –dije y me aferré a él para comenzar un interminable abrazo- 


**

martes, 9 de abril de 2013

Capítulo 52.


Tome el blackberry para ver de quien se trataba el mensaje, esperanzada que fuese uno de Pedro así no tener que comenzar la conversación yo, lo vi, y el contacto decía "Zaira".

"Pedro Alfonso (número), para que no inventes cualquier excusa, te quiero Potch"
Una pequeña risa se me escapo al leerlo, Zaira me conocía y mucho, volví a tomar el celular que hacía segundos había dejado a un costado de la cama y luego de escribir, borrar y reescribir varios mensajes sin decidirme por uno, junte el valor suficiente y envíe el primero.

"Pepe, estas?" -envíe y mientras pasaban los minutos yo solo esperaba que no respondiera-
"Si Pau, que paso?" -me llego la respuesta minutos después, "que no paso" pensé y me preguntaba que responder-
"Nada, bueno si, pero nada grave" -"No pudiste enviar una respuesta más tonta" me dije luego de enviar-
"Jaja, decime, dale" -suspira y medite nuevamente que escribir, pensé que si daba más rodeos tal vez se casaba, se dormía y se olvidaba de mi mensaje, pero sabía que no iba a ser así-
"Es sobre lo que paso hoy" -listo, no va responder más me dije para calmar mi impaciencia, aunque sabía que no era cierto-
"Bueno o malo?" -respondió minutos después-
"Bueno, no sé, admito que mucho no se qué decir, bah, se, pero no me atrevo a escribirlo" -listo, necesito un respiro, me dije segundos después de enviar"
"No queres que lo hablemos mañana?" -NO Pedro, quizás me desmayo, pensé-
"Imaginate que por acá se me hace difícil Pepe" -respondí-
"Bueno como quieras, no hay apuro Pochi" -agradezco el gesto, pero si no lo digo ahora, no me atrevo mas Pedro, pensé-
"No te quiero lejos mío, pero sé que no me voy a sentir cómoda fingiendo como si lo de hoy no sucedió, es mas no sé si quiero fingir que no sucedió" cuando lo mande sentí mi corazón acelerarse un poco mas ante la posible respuesta-
"A ver si entiendo, no queres alejarte, tampoco fingir lo que paso, es decir, queres intentar algo conmigo? (te juro que esto es un sueño)" -respondió y largue una pequeña sonrisa, seguido me mordí el labio y pude sentir el ardor de mis mejillas-
"Si, pero necesito que me banques más que nunca, sabes que no va ser fácil para mí" -respire hondo y envíe el mensaje-
"Bacarte queda corto, te quiero mucho más de lo que te imaginas Pau, sos muy importante para mí, y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para verte sonreír" -no podía ser así, tan dulce, ya no importa nada, ni mis estúpidos miedos, voy a animarme a esto, porque se que el siempre va estar para mí-
"Gracias Pepe, tus palabras me hacen sentir que en verdad contigo todo va estar bien, te quiero y mucho, sabes que yo también siempre voy a estar para vos" -respondí-
"Mañana después del colegio, podemos ir a algún lugar para charlar mejor sobre eso?" -me supuse que lo iba a preguntar en algún momento, y ya estaba segura de que iba a dejar los miedos atrás e iba a afrontar todo tipo de vergüenza para estar con él-
"Claro que si, bueno te dejo Pepe, que descanses, te quiero" -envíe-
"Que descanses hermosa" -respondió y largue un suspiro, deje mi celular a un costado y me recosté en la cama, mirando el techo, sonriendo como tonta-


**

lunes, 8 de abril de 2013

Capítulo 51.


Sentí que alguien acariciaba mi cabello, quien más si no es mi mamá, supuse que me vio entrar de esa manera tan apurada a mi habitación, y tal vez también vio algunas lágrimas en mi rostro, por eso se preocupo. Limpie mis lágrimas, me incorpore en la cama y ella me miraba expectante, como intentando descifrar lo que me sucedía.
Paula: no pasa nada -dije antes de que ella pudiera preguntar, frunció el seño- enserio mami -suspire- en un rato llamo a Zai, gracias por preocuparte, pero no es nada grave -agregue lo más agradable posible, no quería hacerla sentir mal, pero tampoco quería discutir o hablar sobre el tema con ella-
Ale: está bien hija, me preocupe porque entraste así -dijo ella volviendo a acariciar mi cabello-
Paula: gracias ma -dije disfrutando de sus mimos-
Ale: voy abajo, tengo compañía -dijo ella- cualquier cosa que necesites me avisas, si?
Paula: si mami, te amo -dije sincera-
Ale: yo mucho mas -dejo un beso cálido en mi frente y se retiro de mi habitación dejando la puerta cerrada-

Me recosté de nuevo en la cama, esta vez boca arriba, podía sentir mi pecho subir y bajar rápidamente al recordar toda lo ocurrido hace no más de media hora, sacudí mi cabeza justo en el momento en que el beso vino a mis pensamientos, y marque el número de Zaira de inmediato, al tercer tono atendió.

-Recibite de bruja que predice el futuro -fueron las primeras palabras que lograron salir de mi boca-
-No jodas -pude notar en su tono de voz, estaba impresionada-
-No sé qué hacer -dije largando un suspiro-
-Para, primero conta todo, que paso? -y yo comencé con el relato casi exacto de todo lo ocurrido, sin ninguna interrupción, cuando termine hubo un pequeño silencio y Zaira comenzó a hablar- lo sabía, lo sabía -estaba sonriendo, apostaba a eso- ay Pochita esto es realmente mejor de lo que yo pensé -dijo ella haciendo una pausa- ahora, que sentiste vos con ese beso? -y esa era una pregunta de las más incómodas-
-Que no sentí deberías preguntar -y ella largo un grito, no pude evitar reír al imaginar su rostro detrás del teléfono-
-Me muero Pochi, especificate, dale, somos mejores amigas, si no largas ahora, lo vas a hacer mañana, y estoy segura que en persona va ser mucho más incómodo -y tenía razón-
-Bueno, si em, sentí -hice una pausa- lo que se siente cuando uno besa -dije y no pude responder algo más estúpido-
-Te pego -escuche al otro lado del teléfono, no pude escuchar una respuesta mejor, era Zaira, no se conformaría con mi estúpida respuesta, no pude evitar carcajear-
-No es fácil -me queje-
-Ahora o mañana -dijo ella firme a su palabra-
-Parecían miles de mariposas revoloteando en mi estómago -cursi- me gusto, si, ahí tenes, eso querías escuchar? -pregunte desafiante-
-Lo primero sonó cursi -como si ya no lo supiera- y si, era eso lo que quería escuchar -hizo una pausa- ahora no entiendo, porque escapaste de nuevo?
-No escape -me defendí-
-Claro que si, tenías que haberte quedado ahí y tenías que decirle que lo amabas, y besarse desaforadamente -dijo y pude notar cierto tono gracioso en su voz-
-Zaira -me queje-
-Bueno, ya se, exagere -hizo una pausa-pero tenían que haberlo solucionado ahí.
-No es fácil y se supone que te estoy llamando precisamente para eso, para que me ayudes a saber cómo seguir -dije yendo al grano-
-Comprendo, el tema acá es que vos me hagas caso -otro punto a favor de ella-
-Vos habla, después yo lo analizo.
-Ok, primero contesta todas mis preguntas, con si, o no.
-Miedo -dije, sus preguntas podrían ser bastante difíciles de responder con un si o no-
-Aceptas o aceptas -genial-
-Ok, comenza -dije antes de arrepentirme-
-Algo fácil primero -hizo una pausa y siguió- Pedro te gusta? -si esa era una pregunta fácil, debía temer por las siguientes-
-No se -dije, y sinceramente no lo sabía-
-La respuesta se acerca más a un sí o a un no?
-A un sí -dije, no tenía sentido mentirle a Zaira-
-Genial entonces si -tenía que saber que así sería- lo amas? -iba a matarla si tan solo no necesitara de ella-
-Lo quiero -dije evadiendo su pregunta-
-Lo amas? -volvió a repetir, suspire-
-No se -dije ya sabiendo lo que seguía-
-La respuesta se acerca más a un sí o a un no?
-A un sí -dije y pude sentir su risa-
-Genial entonces si -se burlo de mi- lo queres lejos de vos?
-No -dije con firmeza-
-Bueno esa pregunta fue fácil de responder -hizo un sonido como "mjm" y siguió-ok, esto es lo que vas a hacer, cuando cortes conmigo le envías un mensaje, que va decir lo siguiente, que lo queres, y mucho, que lo que menos queres es alejarlo de vos, pero que necesitas estar sien por sien segura de lo que sentís por él, que vos no queres dejar de besarlo -hizo una pausa- no lo ultimo no -no lo iba a decir de todos modos- a ver, como se lo podes explicar, ya se -dijo, me preocupaba un poco como seguiría, estaba loca, muy- le vas a decir que pueden salir juntos, como más que amigos, si eso -termino, o eso creí-
-Zaira sabes que no voy a poder -dije, era mucho para mí, no iba decir todo eso, no me atrevería-
-Podes escribirlo con tus palabras -como si fuera tan fácil-
-Afronta tu timidez mujer -dijo graciosa y reí-
-Te quiero tanto cachorra -era la mejor sin dudas-
-Yo también Pochi, enserio, hace lo que te dije -repitió-
-Voy a pensarlo.
-Paula -se quejo-
-Bueno, voy a hacerlo -dije, creo que estaba mintiendo-
-Mañana se lo voy a preguntar a Pedro -ouch-
-Bien -respondí-
-Ahora corto para que puedas pensar que decirle y así poder enviarle -dijo ella-
-Genial, nos vemos mañana cachorra -dije y dentro mío esperaba que diga que tenía algún problema y que no iría mañana-
-Claro que si -dijo riendo y colgué-

Mirando el techo, encontrando (tratando de encontrar) las palabras exactas para poder escribirle a Pedro un mensaje que pudiera entender sin mal interpretar.

Abatida sin encontrar aún aquellas palabras decidí meditarlo bajo la ducha, fue así que entre al baño, y luego de casi media hora salí, aún sin tener la mente en claro, pero por lo menos con una idea de cómo comenzar el texto. Me cambie, y me percate de la luz roja del blackberry, tenía un mensaje.


**

Recuerden pedirme a mi tw que les apse los capítulos si quieren :]

domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 50.


Sentada afuera en el banco, esperándolo, mi cabeza iba a mil, no estaba segura de que escucharía en minutos,  y plantear hipótesis en este momento no era lo indicado. El tan solo imaginar que me diría algo con respecto a lo que hablamos con Zai me producía escalofrío, no sabía cómo podía llegar a reaccionar, que podía llegar a pasar, y estaba haciendo justamente aquello que mi amiga me pidió que no hiciera, maquinando, y quizás demasiado.
Estaba con la cabeza agacha, mirando las grietas del piso, y a lo lejos escuche el ruido de una moto que parecía aproximarse, rogaba porque no sea él, en vano, ya que el motor paro en frente mío, ya era momento de que levante la vista, y así lo hice, tome fuerzas para pararme e ir junto a él y hacer como si nada, como si fuese un día más (aun que comenzaba a dudar de que así fuese.)

Paula: Pepe –dije saludándolo-
Pedro: Pau, vamos? –dijo y yo asentí para luego subir a la moto-

***

Paula: y como van las clases de guitarra? –Pregunte mientras nos sentábamos en el mismo lugar de siempre, en aquel parque-
Pedro: cada vez mejoro un poco –dijo contento-
Paula: mejor, así ya no vas a tener excusas para cantar y ejecutar algo en mi presencia –dije graciosa-
Pedro: falta mucho para eso Pocha –y yo lo mire mal- bueno falta poco –y asentí en forma de aprobación, el rió-
Paula: mucha charla, mucha charla, pero no me olvido de lo que me tenías que decir eh –lo mire amenazante y el rió-
Pedro: y las clases de patín, como van? –dijo restándole importancia a mi comentario anterior-
Paula: súper, sigamos –dije y el suspiro- dale Pepe.
Pedro: es que –y volvió a suspirar, me comenzaba a poner nerviosa- no quiero, no quiero arruinar nada –y ese fue el momento en que comencé a creer las suposiciones de Zaira-
Paula: nadie dijo que sería así –y en verdad no estaba segura de lo que decía-
Pedro: no es tan fácil –dijo bajando la mirada-
Paula: pero –dije sin saber muy bien como seguir-
Pedro: -interrumpiéndome- tiene que ver con vos –me miro- conmigo –volvió a bajar la mirada, y mi corazón se aceleraba- quise evitarlo, te juro –dijo aún con la cabeza hacia el piso- pero fue y es más fuerte que yo  -me miro, y yo hice lo mismo- me enamore –dijo aún sin quitar sus ojos de los míos- me enamore de vos –siguió y pude sentir que mi corazón estaba a punto de salir, helada, sin reacción, el igual, solo mirándonos, no sabía que decir, como actuar, estaba confundida, nerviosa, y de mil maneras más- perdón –dijo él ya que yo no lograba decir siquiera una palabra, y nada importo en ese momento, lo abrace, y el hizo lo mismo, estuvimos así por varios segundos, tal vez minutos, no  quería separarme, mirarlo a los ojos y tener que afrontarlo-
Paula: no se qué decir –dije aún abrazada a él-
Pedro: no digas nada –dijo y lo abrace más fuerte, para luego tomar fuerzas y separarme un poco, me miro, pude notar sus ojos tristes, cristalizados, igual que los míos, me acaricio la mejilla, y limpió aquella primera lágrima que se había desprendido de mis ojos, sin ningún tipo de explicación lógica nuestros labios estaban rozándose, miles de emociones jugando en mi cabeza, en mi corazón mil más las que se multiplicaron al sentir sus labios uniéndose con los míos, y esa rara sensación en el estomago, que parecían mil mariposas jugando en él, y ese beso tan lindo, e interminable, beso que me hizo dar cuenta que no era un amigo más, pero que también me lleno de miedos, no quería perderlo, entonces me separe.

Pedro: perdón –dijo él y yo lo mire, no sabía qué hacer, estaba a punto de levantarme y salir corriendo, de escapar, nuevamente-
Paula: no soportaría perderte –dije y el entendió, solo me abrazo, justo lo que necesitaba-
Pedro: -separándose y mirándome a los ojos- no quiero que te alejes, que me alejes, por favor –dijo él y yo derrame  cortas lágrimas- si queres hacemos como si esto jamás ocurrió –dijo él y yo negué, solo lo mire, y comencé a pensar, nuevamente, en el beso, ese beso que me dio, que nos dimos hace segundos, beso que me devolvió parte de esas hermosas sensaciones que uno siente cuando está enamorado, ¿enamorada, de él? Me puse a pensar de que manera lo quería, como era con él, y cuando estaba con él, y me daba cuenta que estos últimos días, o semanas quizás ya no era un amigo más, mis sentimientos para con él ya no eran como el de un amiga, y eso me aterraba, el volver a enamorarme, nunca creí que volvería a pasar, y menos así tan de repente, pero con él, con Pedro era distinto, el desde que lo conocí estuvo ahí, y yo nunca lo vi, no lo quise ver, ahora con lo que me dijo y ese me hizo dar cuenta de aquellas cosas, y es por eso mismo miedos, el de volver a perder un amor, volver a sentirme muerta en vida, no soportaría, y menos si es Pedro de quien se trata.

Paula: no quiero –dije levantando la mirada luego de varios minutos en silencio- no quiero perderte –dije volviendo a derramar algunas lágrimas-
Pedro: te entiendo Pau, y mucho, lo sabes –dijo y yo asentí- pero si te alejas, me perdes también –y tenía razón, y eso era lo que menos quería- déjame ser solo tu amigo, juro que jamás se va volver a repetir lo de recién –dijo y se lo notaba abatido, pero yo ¿en realidad quería que fuese así? ¿Qué ese beso no se repita jamás?-
Paula: yo –hice una pausa para pensar mejor en lo que iba a decir- te quiero pepe, y no puedo negar que con ese beso sentí miles de emociones que hace bastante no las sentía, y es por eso que quiero pensar, porque no quiero perderte, me da terror, pero tampoco quiero arruinar nada, un día, quizás dos, yo prometo en cuanto tenga las ideas claras lo hablamos –dije y él asintió-
Pedro: solo te pido, no me alejes de vos –dijo y yo asentí y lo abrace-
Paula: nunc a-susurre en su oído y me separe- me llevas a casa? –pregunte y el asintió, nos paramos y en silencio subimos a la moto, regresamos a mi casa, lo despedí con un beso en la mejilla, y me fui, entre sin saludar a casa, y fui corriendo a mi habitación, me desplome en la cama y las lágrimas comenzaron a salir nuevamente-


**

Tres capítulos en el día, primer beso, CAPÍTULO CINCUENTA= domingo re-cargado. ¡amen!